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Estados Unidos concede un permiso provisional de residencia al niño "balsero"

, Cuba acusa a EEUU de fomentar la emigración en la isla y Washington culpa a La Habana de mantener unas condiciones políticas y sociales que justifican la huida de ese país. Ambos reproches se refieren al caso del pequeño Elián, el niño de cinco años que fue rescatado por la guardia costera estadounidense tras el naufragio de la barca en la que huyó de Cuba con otras 12 personas. Su madre y su padrastro, que viajaban con él, murieron ahogados antes de llegar a EEUU. Las autoridades le concedieron ayer un permiso de estancia, que le da derecho a permanecer en el país.

James Rubin, portavoz del Departamento de Estado, aseguró que EEUU sólo promueve una emigración "segura, legal y ordenada" en Cuba. Según Rubin, cuando muchos cubanos "están dispuestos a asumir un riesgo extraordinario" al salir de la isla en frágiles embarcaciones con dirección hacia EEUU "es por culpa de las terribles carencias que sufren en Cuba". Para Rubin, "la culpa es de Cuba por negarse a reformar el país y negar a la gente derechos humanos".

El ministro cubano de Exteriores, Alejandro González, ha reiterado la petición de su Gobierno para que el niño sea repatriado y ha asegurado que ya está entregada "toda la documentación necesaria para proceder con la reclamación del menor".

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