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El Banco de España resalta que la rentabilidad de las empresas atraviesa su mejor momento

Las empresas españolas viven su mejor momento. Según la Central de Balances del Banco de España, hasta septiembre, la actividad de las empresas y sus beneficios, siguen aumentando a buen ritmo, la rentabilidad se encuentra a niveles nunca conocidos, los costes laborales por trabajador se reducen y el empleo crece, mientras los gastos financieros están en su cota más baja. Este aluvión de buenos datos llevó al director general, José Luis Malo de Molina, a destacar que la empresa española está "en un máximo histórico" y, de paso, aprovechó para reclamar reformas estructurales y moderación salarial.

El termómetro que tiene el Banco de España para medir cómo está la salud de las empresas no financieras nacionales, la Central de Balances, no para de transmitir señales positivas. Ayer, durante la presentación de los datos definitivos del año pasado (encuesta sobre 5.877 sociedades) y la primera aproximación a los de los nueve primeros meses del ejercicio en curso (encuesta sobre 763), el director general de Estudios, José Luis Malo de Molina, no paró de pronunciar las palabras "incremento" o "nivel histórico".El director general del Banco de España resaltó, en primer lugar, que durante el año pasado se consolidó el crecimiento de la actividad empresarial (alza del 6,7% del valor añadido bruto), lo que se explica por el buen comportamiento del gasto en consumo final y en la inversión de bienes de equipo. Malo de Molina dijo que la crisis financiera internacional se notó levemente en el segundo semestre del año anterior y en el primero del actual. No obstante, en el tercer trimestre de 1999 se consiguió superar ese pequeño bache. El incremento del valor añadido bruto en los nueve primeros meses de 1999 ha sido del 2,5%.

Esa alza de la actividad ha ido acompañada por una elevada creación de empleo en 1998. "Un 3%, lo que supone un ritmo muy elevado, posiblemente el máximo histórico", dijo el alto cargo del Banco de España, quien precisó que en la muestra de 1999 (donde todavía no se han contabilizado los datos de las pequeñas y medianas empresas, que han sido las que han llevado el peso de los nuevos empleos) se frena la creación de empleo debido al ajuste de plantilla de las eléctricas, Telefónica e Iberia. Y precisó que en 1998 las empresas privadas han creado empleo a un ritmo del 4,1%, en tanto que en las públicas se ha producido un retroceso del 1,2%. Estos datos, sin embargo, están claramente influidos por el fuerte proceso privatizador que ha sufrido la economía española.

Los gastos de personal subieron un 5% en 1998 y tan sólo un 0,7% entre enero y septiembre del presente ejercicio, un dato que está distorsionado por los ajustes de plantilla de las grandes empresas.

Por ello restó importancia a este dato, para dársela a la evolución de los costes laborales por trabajador. En 1998 aumentaron un 1,9%, en tanto que en lo que va de año esa alza ha sido del 1,3%. "La unión monetaria", dijo el alto cargo del Banco de España, "ha provocado importantes cambios en la estructura de salarios en España".

Estos factores han provocado que los resultados de las empresas no financieras sigan al alza. En 1998 subieron un 8,6%, mientras que en los nueve primeros meses del ejercicio lo han hecho un 3,9%. "Un ritmo elevado si tenemos en cuenta el nivel del que se parte", señaló.

Este cuadro se completa con un par de pinceladas más. Los ingresos financieros también fueron viento en popa, con un aumento del 36,3% a finales de septiembre. Mientras, los costes financieros siguieron descendiendo (un 7,6% en esta ocasión), hasta mínimos históricos.

Los resultados netos sobre el valor añadido bruto continuaron, consecuentemente, al alza. En 1998 subieron un 15%, mientras que al finalizar septiembre de este año lo hicieron un 13%. Ello colocó la rentabilidad ordinaria de las empresas no financieras en su tope más elevado, tras experimentar un alza del 9,2%.

Tras ofrecer esta riada de datos, el director general de Estudios del Banco de España quiso amortiguar el optimismo. En línea con la doctrina habitual del organismo reclamó reformas estructurales y moderación salarial, "aprovechando el favorable momento que atraviesan las empresas".

En cuanto a las reformas estructurales pidió más liberalización en determinados servicios, un mercado laboral más flexible , mayor control de gasto público o retoques en el sistema de protección laboral.

No obstante, el director general del Banco de España se mostró más preocupado por el control de los salarios -UGT y CCOO han anunciado que pedirán un incremento salarial del 3% en el 2000-. Para Malo de Molina, lo ideal es que los salarios crezcan como la media de inflación de la UE. En su opinion, éste es el peligro real para que se dispare la inflación.

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