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Entrevista:

"Hay que revisar la acústica de la catedral"

El corazón y el tiempo de trabajo y de ocio del director de orquesta Grover Wilkins se reparten entre dos ciudades: Madrid, donde se ha enraizado y donde esta noche da un concierto en la catedral de la Almudena, y la tejana Dallas (Estados Unidos), que lo vio nacer en el seno de una familia de músicos vocacionales. Allí tuvo sus primeros coqueteos con las prácticas corales, en ensayos hogareños improvisados con su padre o, desde los cinco años, en las reuniones de la iglesia bautista. Luego, Madrid ha sido su ciudad por adopción. Aquí llegó bajo el embrujo de la música de estas tierras, a las que ha dedicado sus horas como director de coro y orquesta desde 1985. Y vive cerca de la plaza Mayor varios meses al año, volcado en la difusión de obras de autores españoles del siglo XVIII.Pregunta.¿Cuándo comenzó su "romance" con la música española?

Respuesta.En 1985, en la ciudad de Dallas, me convocaron para dar un primer concierto en la catedral, el Santuario de Guadalupe, y empecé un estudio en busca de obras españolas para coro y orquesta. Pero entre todos los distribuidores de música de Estados Unidos no hubo siquiera uno que las tuviera.

P.¿Cómo hizo, entonces, para dar con lo que buscaba?

R.Por la misma época gané una beca Fullbright para ir a investigar a Francia, y en la Biblioteca Nacional de París encontré una colección deslumbrante, la del musicólogo español Miguel Hilarión Eslava. Un solo segundo bastó para darme cuenta de que había descubierto una obra riquísima, totalmente desconocida, de maitines, vísperas y tedéums del 1700.

P.¿Cómo un estadounidense llega a ser director de música española en el mismo Madrid?

R.Trabajé aquí con la Orquesta de Radiotelevisión Española, en 1995 y en 1998. Con el sacerdote Joaquín Martín Abad, de la Conferencia Episcopal Española, desarrollé la idea de presentar maitines como se celebraban en el siglo XVIII, con música de José de Nebra y Francisco Courcelle. Y desde hace cuatro años seguimos con estas presentaciones.

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P. Ahora, su concierto en la Almudena será el estreno oficial del nuevo órgano construido por Gerhard Grenzing.

R. Sí, el órgano es maravilloso. Pero, lamentablemente, se encuentra muy lejos del crucero, donde se ubicarán el coro y la orquesta. Vamos a utilizarlo en la primera parte del concierto, luego usaremos otro, de 1734.

P. ¿Pudo evaluar la acústica de la catedral?

R. Sí, y debe ser revisada cuanto antes, porque hay un eco imposible de tolerar. En la época a la que se remite esta música, los muros estaban cubiertos por tapices. La catedral es muy moderna, pero el sonido que se logra no es como el que requieren las piezas del siglo XVIII.

P. Entonces, ¿qué lugar de Madrid considera idóneo?

R. Por su importancia para la época, San Jerónimo.

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