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La artillería rusa concentra el fuego en Grozni, defendida por la guardia del presidente checheno

Los militares rusos continuaron ayer su avance en Chechenia y concentraron sus bombardeos principalmente en Grozni, la capital rebelde, que se halla defendida por las fuerzas independentistas más preparadas: la Guardia Nacional, al mando del presidente Aslán Masjádov. Reconocido por el Kremlin en 1997, hoy Moscú se niega a negociar con Masjádov, quien, acorralado, se ha visto obligado a hacer las paces con Shamil Basáyev, que lanzó el verano pasado dos incursiones en Daguestán y que ahora se encuentra con el grueso de sus hombres en Grozni dispuesto a luchar contra los rusos.

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Los soldados del Kremlin aún no han librado ningún combate serio como los que hubo durante la guerra pasada, ya que los chechenos, por el momento, prefieren retirarse, preparándose, según los expertos militares, para una guerra de guerrillas que desangrará poco a poco al Ejército ruso. Los generales piensan que, a pesar de las declaraciones de los independentistas en el sentido de que defenderán Grozni, los guerrilleros podrían abandonar la capital y retirarse a las bases que tienen preparadas en las montañas del sur de la república norcaucásica rebelde.En cualquier caso, si los independentistas pueden recibir todavía refuerzos y armas o huir, es precisamente por el sur, la única vía que todavía no está controlada por las fuerzas federales. Por ello, la aviación rusa bombardea diariamente la ruta que va de Itum Kale, en Chechenia, al pueblo georgiano de Shatili. Además de lanzar bombas, los aviones y helicópteros rusos minan desde el aire los senderos montañosos que unen la república rebelde con Georgia, y a veces, proyectiles y minas caen en territorio georgiano. Actualmente una delegación de expertos militares rusos se encuentra investigando, junto con sus colegas georgianos, los lugares que la semana pasada fueron supuestamente bombardeados por error por los pilotos del Kremlin en el territorio del vecino país. La guerra de Chechenia ha creado tensiones entre Tbilisi y Moscú, ya que los rusos acusan a los georgianos de permitir el paso de guerrilleros por los 80 kilómetros de su frontera con Chechenia y de no impedir que desde Georgia lleguen refuerzos y armas para los rebeldes.

Mientras tanto, en Moscú, el primer ministro Vladímir Putin respondió con un "no" categórico a las proposiciones de Kazbek Majáshev, vicejefe del Gobierno checheno, de iniciar unas "negociaciones constructivas" con el fin de terminar "esta guerra sin sentido".

"No habrá pausas en la operación antiterrorista", declaró Putin en una entrevista a ORT, el primer canal de televisión estatal. El Kremlin afirma oficialmente que el objetivo de la campaña militar es acabar con aquellos que han participado en actos terroristas, pero, en realidad, lo que persigue es acabar con los independentistas y reconquistar todo el territorio de Chechenia. Putin insistió en la entrevista en que el adversario "es el terrorismo internacional", y, reconociendo que los problemas políticos "deben resolverse con medios políticos", inquirió: "¿Acaso es posible negociar con terroristas internacionales?". Las autoridades rusas consideran que es inútil tratar de ponerse de acuerdo con Masjádov, ya que éste, además de no controlar a los guerrilleros extremistas como Basáyev o Jattab, es un independentista convencido. De ahí que hayan hecho intentos de buscar interlocutores entre la diáspora chechena, con poco éxito, ya que sus líderes difícilmente podrán controlar la situación en la república rebelde.

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