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Los estudiantes de izquierda vencen a los nacionalistas en la Pompeu Fabra

La Asociación de Estudiantes Progresistas (AEP), que agrupa a varios colectivos estudiantiles de la izquierda no socialista, venció en las elecciones al claustro de la Universidad Pompeu Fabra (UPF) celebradas el pasado martes desplazando del primer lugar al Bloque de Estudiantes Independentistas (BEI), mayoritario en las pasadas elecciones. La Asociación de Jóvenes Estudiantes de Cataluña (AJEC-UPF), de tendencia socialista, se situó en tercer lugar, seguida de la Federación Nacional de Estudiantes de Cataluña (FNEC), afín a CiU. Los candidatos independientes obtuvieron 15 plazas.El elemento más significativo de estas elecciones, sin embargo, ha sido el notable descenso de la participación. La UPF contaba con uno de los niveles más altos de las universidades catalanas. De los más de 5.000 alumnos censados, tan sólo acudieron a las urnas un millar y medio, lo que supone un claro descenso de la participación: un 26,86%, frente al 40,7% de las anteriores elecciones.

Los estudiantes de la UPF disponen de 55 plazas en el claustro, un 28% del total, y se presentaban 85 candidatos para cubrirlas; 22 lo hacían como independientes y 63 por alguna asociación. El profesorado elige al 60% de los claustrales, y el personal administrativo y de servicios (PAS) a un 10%. Los estudiantes representan casi un tercio, una muy elevada cuota de poder, que no se corresponde con la participación efectiva. Entre las funciones del claustro se encuentra la de elegir al rector y al equipo de gobierno de la universidad.

Victoria de la AEP

La AEP aumentó en seis su número de representantes respecto a las pasadas elecciones y consiguió 15 claustrales. El BEI, próximo a ERC, obtuvo el segundo lugar, con 14 representantes, cinco menos que en el año 1997. La AJEC, de tendencia socialista, se situó en tercer lugar, con siete estudiantes en el claustro, y la FNEC, de ideas afines a Convergència, perdió cinco claustrales y se quedó con tan sólo cuatro. Siradilos, un grupo que se presentaba por primera vez a las urnas, consiguió dos representantes, y las 15 plazas restantes correspondieron a candidatos independientes.

En la facultad de Traducción e Interpretación, en la de Relaciones Laborales y en la Escuela Superior Politécnica no hizo falta votar para escoger a los claustrales, ya que el número de candidatos no superaba el de las plazas por cubrir.

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