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CiU quiere gobernar con Esquerra en Cataluña y apoyar al PP en Madrid

Convergència i Unió (CiU) ofreció ayer a Esquerra Republicana (ERC) la vicepresidencia segunda del Parlament como paso previo a un Gobierno de coalición, a cambio de apoyar la investidura de Jordi Pujol como presidente de la Generalitat. Pujol pretende aplicar un doble esquema a semejanza de lo que ha hecho el Partido Nacionalista Vasco (PNV) en la última legislatura: gobernar en Cataluña con un frente nacionalista y apoyar en Madrid al Partido Popular (PP). Los independentistas, que rechazaron la oferta, consideran que CiU ya ha cerrado un pacto con los conservadores.

La segunda ronda de conversaciones entre CiU y ERC duró apenas una hora. Lo suficiente para que el líder de Unió, Josep Antoni Duran, y el secretario general de Convergència, Pere Esteve, toparan con la negativa del máximo dirigente de Esquerra, Josep Lluís Carod Rovira, a negociar en bloque los posibles apoyos de los independentistas.Carod se opuso a meter en el mismo saco la composición de la mesa del Parlament, el debate de investidura de Pujol y un posible acuerdo para toda la legislatura. CiU ofrecía a Esquerra la segunda vicepresidencia de la Cámara, en detrimento del PP, que también la reclama, y un trato prioritario para el reparto de los cargos de representación, como los del Consejo de Administración de la Corporación Catalana de Radio y Televisión [TV-3 y Catalunya Ràdio] o la designación de un senador. En la Corporación, ERC tendría dos representantes.

"No les daremos [a CiU] un cheque en blanco y además esto no es un supermercado. Es una propuesta sencillamente inaceptable", manifestó ayer el líder independentista. Los dirigentes de ERC expresaron ayer su malestar al considerar que la oferta es una "burla" porque en realidad CiU ya tiene un acuerdo cerrado con el PP. El propio Carod lo expresó en tono sarcástico: a su juicio, convergentes y conservadores están haciendo teatro. "Representan los Pastorets con unas semanas de anticipación", aseguró el dirigente republicano, quien añadió: "ERC no participará en ninguna obra de la que no seamos como mínimo coguionistas".

CiU no cejará en su empeño de conseguir el respaldo de ERC pese al encontronazo de ayer -el segundo en una semana- e intentará todavía convencer a Esquerra, aunque contrarreloj. Los nacionalistas reducen los problemas surgidos a meras cuestiones de tempus políticos, según comentó Esteve, y no las consideran discrepancias de reparto de cargos o nombramientos. CiU y ERC decidirán hoy por la mañana su posición con sendas reuniones de sus respectivas direcciones por separado. A la de la coalición nacionalista se sumará Jordi Pujol.

La oferta de CiU a ERC consiste en buscar el apoyo a la investidura del actual presidente y crear una comisión para negociar un acuerdo de legislatura sin "prejuzgar el resultado final"; es decir, pacto de gobernabilidad o Ejecutivo de coalición. Mientras, Pujol seguirá apoyando al Partido Popular en Madrid en lo que queda de legislatura y en principio extenderá su respaldo a la formación política que gane las próximas elecciones legislativas de primavera, sea el PSOE o el PP. Así lo expresó ayer en conferencia de prensa Duran.

El líder democristiano trazó un paralelismo entre la situación vasca y la catalana en lo que a apoyos parlamentarios se refiere: un frente nacionalista en Euskadi y Cataluña, mientras que el PNV y CiU mantienen en Madrid sus acuerdos con el Gobierno central.

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Los dos negociadores convergentes se reunieron también ayer con el presidente y el secretario general del PP catalán, Alberto Fernández Díaz y Rafael Luna, respectivamente, y les comunicaron que su prioridad era conseguir un acuerdo con ERC.

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