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Los sindicatos piden a las FARC la liberación sin excusas de los españoles secuestrados

La Unión General de Trabajadores (UGT) y Comisiones Obreras (CCOO) dejaron ayer claro que la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) sólo buscan "excusas" para mantener retenidos a Marcos Gallego Jiménez, de 52 años, y a José Luis García Alarcón, de 35, secuestrados el 18 de febrero. Los sindicatos españoles han enviado varios mensajes, el último el 10 de mayo, certificando que ambos son trabajadores y no tienen recursos. Hoy, respondiendo a una nueva pregunta guerrillera, volverán a hacerlo por escrito.

Los sindicatos responden así al comandante guerrillero Raúl Reyes que, en una entrevista publicada el jueves por El PAÍS, insinuaba que Marcos y José Luis podían tener vínculos con los paramilitares y que las FARC sólo esperan "que alguien de España certifique que son trabajadores" para liberarlos. "Llueve sobre mojado", explicaba ayer Manuel Bonnat, de UGT. "Ya hemos dejado claro que Marcos y José Luis son trabajadores. Esto es un error y exigimos a la guerrilla que los liberen". Los familiares de los secuestrados comparecieron ayer junto a los sindicalistas. Pero todas estas gestiones para lograr la liberación no pueden esconder el dolor, la imposibilidad de comprender el porqué del "error". Son ya casi nueve meses de cautiverio para Marcos y José Luis, y para Enrique López Franjo, de 66 años, secuestrado el 11 de febrero. Santiago López fue secuestrado el 6 de junio.

A tres de esas familias (el caso de Santiago se lleva con hermetismo) les une la palabra angustia y 6.200 horas "de espera junto al teléfono, a que nos digan que ya están libres". Carmen García, de 49 años, hermana de José Luis, cuenta cómo éste, a los 30 años, se dio cuenta de que "no podía vivir de ser monitor en un gimnasio [José fue campeón nacional de levantamiento de pesas 1989-1992]". Y se fue hace cinco años a trabajar, como Marcos, para Tedelco, una subcontrata colombiana de Alcatel.

Los dos primeros años vivió con él, en Pereira, su novia, Carmen López, de 26 años. "Éramos felices, no teníamos miedo". Carmen volvió a España y "Jose pensaba estar dos años más y después volver y comprar un piso". Los padres de José Luis (Ricardo, de 77 años, y Carmen, de 71) hablaron con él por última vez el 17 de febrero, 24 horas antes del secuestro. Era el cumpleaños de Ricardo. Su novia llegó tarde ese día. "Dije: "Ya hablaré con él...", y, al recordar, a Carmen se le secan las palabras.

Marcos Gallego, como cuenta Isabel Gallego, su hermana mayor, es "el más especial de los siete hermanos, ese que tiene un no sé qué". Marcos, viudo y con dos hijos en ese momento, marchó a Colombia hace dos años, poco después de que Alcatel lo prejubilara. Allí encontró futuro, una esposa, Magali, y otros dos hijos. Ahora ella "está muy mal, y enferma", relata Isabel. Marcos y José Luis comparten cautiverio con el argelino Ammar Sualmy, de 47 años, informa Pilar Lozano. Las familias de los españoles reconocen que "Sualmy es el eslabón más débil".

Las familias de Marcos y de José Luis se apoyan, pero la de Enrique López se siente aislada. "Estamos muy solitos, nos estamos muriendo poquito a poquito". Inés López, de 64 años, celebró sola el 18 de julio los 40 años de matrimonio con Enrique.

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