Querellas
NEGRITASPor el puerto de Cádiz ha debido entrar un barco cargado de querellas. Un amasijo de acciones legales ha intervenido la vida pública. A saber, al final del verano se producían los primeros anuncios: Javier Arenas contra Alfonso Perales, del PSOE, quien dijo que el ex ministro tenía "oscuros intereses" en Tarifa. Allí mismo, José Fuentes, ex alcalde, anunció dos: contra Perales y contra José Luis Blanco, consejero de Medio Ambiente. Fuentes sí ha acabado ya ante el fiscal, denunciado por el PSOE.En Barbate, el concejal de Urbanismo, Jesús López, envía todo lo que se publica en los medios al fiscal Anticorrupción. Quiere alejar sospechas, aunque el fiscal debe estar harto de tanta epístola. Después están los que se reservan acciones: los hay reservas y gran reserva, como el brandy. Estos avisadores son innumerables.
Cádiz, para alegría de procuradores y abogados, es ya el reino de la querella. "En Cádiz uno no va a ser nadie si no ha sido querellado por Teófila Martínez", ironizaba hace dos semanas María de la O Jiménez, la portavoz socialista. Pues ya tiene dos, para que no se queje: una que le ha presentado la alcaldesa por decir que el Ayuntamiento es el responsable del derrumbe de dos edificios de su propiedad y otra del concejal Francisco Villarreal, al que han obligado a dejar la política no sin antes cursar dos iniciativas judiciales más: contra un portavoz de Afanas, Fernando Álvarez; y contra la delegada de Asuntos Sociales de la Junta, Prudencia Rebollo.
Ya en la pasada legislatura, el PP presentó tres querellas contra concejales de la oposición, amagó con otras y envió hasta media docena de requerimientos notariales a medios de comunicación, colegios profesionales y asociaciones de vecinos.
El presidente de la Diputación, el socialista Rafael Román, también estudia una querella contra la presidenta del PP, María José García Pelayo; y el alcalde de El Puerto, Hernán Díaz, anuncia otra contra Miguel León, que fue su hombre de desconfianza.
Pero la traca final ha sido el caso Sanlúcar: se ha tejido un hermoso juego de querellas cruzadas: PP contra PSOE; IU contra los socialistas; Luis Mario Aparcero, alcalde de Chipiona, contra el PP; el PSOE contra Antonio Sanz y éste que anuncia una contra que el que sugiera que hubo inducción al delito. ¿Cuánto cuesta tantísima querella? Querello luego existo, pensarán.
