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Alberto Fernández se reúne con el líder socialista y defiende la independencia de los medios públicos

El presidente del Partido Popular de Cataluña, Alberto Fernández Díaz, coincidió ayer con el líder socialista Pasqual Maragall en la defensa de la independencia de los medios de comunicación públicos. Ambos analizaron esta cuestión en una reunión celebrada en un hotel de Barcelona con la máxima discreción: a última hora se cambió incluso el lugar previsto para evitar la presencia de fotógrafos.La de ayer fue la primera entrevista de Maragall con uno de sus rivales en las elecciones del 17 de octubre y no sentó demasiado bien al líder de Esquerra Republicana (ERC), Josep Lluís Carod, quien el martes se entrevistó con el primer secretario del PSC, Narcís Serra. Carod afirmó ayer, en tono jocoso: "Es lógico y normal que los únicos candidatos que pertenecen a la dirección de partidos estatales se den prioridad el uno al otro". Y añadió: "Cada uno escoge con quién se quiere reunir y lo hace con quien se siente más cómodo y próximo".

Fuentes del PP explicaron que la reunión entre Alberto Fernández y Pasqual Maragall se cambió súbitamente de lugar a instancias del PSC, que no quiso dejar constancia gráfica del acto. El encuentro duró casi una hora y ambos dirigentes lo circunscribieron al marco de las relaciones "normales" entre partidos.

Entre los asuntos que se abordaron destaca la situación de los medios de comunicación públicos, y también se intercambiaron impresiones sobre la necesidad de revitalizar la actividad parlamentaria. Fuentes conservadoras explicaron que "algunas melodías expresadas en la reunión se pueden compartir, pero en ningún caso se llegó a la letra".

Las mismas fuentes añadieron que no se había tratado de la composición de la futura Mesa del Parlament, en la que tanto el PP como ERC aspiran a obtener la vicepresidencia segunda. En el caso de que acabe recayendo en el PP, el candidato mejor situado para ocuparla es Josep Curto, y en segundo término, Dolors Montserrat.

En el PP ha crecido en los últimos días el malestar por el "ninguneo" a que les somete Convergència i Unió (CiU) y algunos dirigentes presionan para que el partido endurezca sus posiciones ante la investidura de Jordi Pujol. Con la reunión de ayer, Alberto Fernández trató de subrayar que su partido todavía no ha tomado ninguna decisión ante la elección del presidente del Parlament ni tampoco ante la sesión de investidura.

Fuentes de la dirección explicaron que Alberto Fernández es uno de los dirigentes que defienden una postura más dura respecto a CiU, si bien el torrente de declaraciones de líderes nacionales del PP, entre ellos el propio José María Aznar, dando por hecha la investidura de Pujol ha dificultado mucho la capacidad negociadora del PP de Cataluña.

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