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Los afectados de síndrome de Down pueden envejecer sin sufrir Alzheimer

El envejecimiento en las personas con síndrome de Down suele aparecer en edades más tempranas y la probabilidad de sufrir Alzheimer es mayor que en el resto de la población. Pero no todos los afectados de síndrome de Down que llegan a ancianos se ven afectados por esta enfermedad neurodegenerativa. "Es posible que su envejecimiento, aunque precoz, sea el normal", advirtió el catedrático Jesús Flórez, que rompía así "uno de los principales mitos que existen, incluso entre especialistas".

Jesús Flórez, catedrático de Farmacología de la Universidad de Cantabria, participó en las VII Jornadas Internacionales sobre Síndrome de Down, que se inauguraron ayer en Barcelona y que centran su atención en el envejecimiento de las personas que sufren esta deficiencia psíquica. Su esperanza de vida media es hoy de 53 años, mientras que hace dos décadas se situaba en torno a los 40 años. Este incremento espectacular obedece a la progresiva mejora de la calidad de vida, la atención que reciben estas personas y al perfeccionamiento de los tratamientos de las patologías asociadas a su enfermedad, como cardiopatías e infecciones. La mayor longevidad de las personas con síndrome de Down obliga a los expertos y a las instituciones a abordar sus consecuencias con la debida previsión, algo que en España ya se está haciendo desde hace algunos años, según señaló ayer Flórez. El catedrático, que es asesor científico de la Fundación Síndrome de Down de Cantabria, consideró de crucial importancia detectar a tiempo los problemas derivados del envejecimiento, en especial el Alzheimer, en las personas con síndrome de Down.

"Por el hecho de tener deficiencia mental, y en función de su grado y de sus previas experiencias vitales, es posible que la persona no se queje o no exprese los trastornos que desarrolle, por lo que pueden pasar desapercibidos", advirtió Flórez. Es muy frecuente, añadió, que los trastornos se expresen "atípicamente", en forma de irritabilidad, inactividad o pérdida de apetito. Algo que los médicos deben tener muy en cuenta a la hora de evitar falsos diagnósticos y prevenir problemas mayores.

En opinión de Flórez, el envejecimiento en los afectados de síndrome de Down es más precoz, fruto de la acción tóxica que va actuando a lo largo de la vida como consecuencia de la sobreexpresión de ciertos genes del cromosoma 21.

Al margen de nuevos problemas de salud, la mayor esperanza de vida de los afectados de síndrome de Down plantea nuevos retos para su protección social. De ello habló ayer Manuel Aznar López, asesor responsable del área de Bienestar Social de la oficina del Defensor del Pueblo. La Seguridad Social, dijo, tiene "serias limitaciones" para dar cobertura social a las personas discapacitadas que no han podido desarrollar una actividad laboral. En su opinión, la experiencia de otros países apunta a la constitución de una nueva modalidad de protección dirigida a cubrir estas situaciones.

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