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Seis citas para un soborno

De cómo el edil Ramírez logró reunir las pruebas y convencer a su partido de que un socialista intentaba comprarle

-"¡Qué gilipollas has sido Cunete!".-"No me lo digas más,... cada vez que lo pienso".

La conversación sucede en la mañana del pasado domingo, a la salida del juzgado, cuando el edil Manuel Ramírez, Cunete, acompañado de dirigentes del PP de Cádiz acaba de presentar una denuncia en la que acusa al PSOE de Sanlúcar de haberle intentado comprar por 50 millones de pesetas y un viaje a Lisboa.

Ramírez está muy preocupado. Con el dinero que acaba de entregar a la juez podría haber comprado una casa y abandonar la del Barrio Alto sanluqueño donde vive con sus suegros.

-"Señora juez, ¿cuando acabe este lío, el dinero quién se lo va a quedar? Porque es de Sanlúcar y antes de que se lo quede Hacienda yo quiero que se le dé a los pobres de mi pueblo".

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Cunete ha pasado las dos últimas semanas sin saber muy bien qué pasaba y asfixiado por la falta de trabajo -representa una firma de chacinas-, su cargo de concejal y las presiones políticas de las que ha sido principal protagonista.

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Nadie en el PP podía creer que el PSOE llegaría a tanto con este hombre, tosco y socarrón, pero sin un pelo de tonto, que pese a no encontrarse en una buena situación económica, parece que no dudó a la hora de denunciar a quienes querían comprarle.

Quizá el hecho de que el PSOE subestimara al personaje -Cunete es identificado en Sanlúcar como un militante popular atípico- ha sido la causa de que el PP haya podido presentar ante la opinión pública el caso de corrupción política más documentado de la democracia: seis citas para consumar el soborno; 15,5 millones de pesetas en metálico; un cheque bancario de cinco millones, letras de cambio firmadas por el sobornador -Rafael García Raposo, el ejecutor socialista de la operación- por valor de 29 millones, el contrato del soborno político y otro de trabajo, en blanco, firmado por otro alcalde.

Las seis citas de Cunete con el dirigente socialista que le ha intentado comprar arrancaron el 10 de octubre. Cunete rechazó de plano traicionar a su partido, al que está afiliado desde hace ocho años. García Raposo retiró su primera oferta, 40 millones y un dúplex, con el argumento de que sería difícil escriturar el piso a nombre del edil, y la convirtó en 50 millones contantes y sonantes.

Tras dos citas más (el 13 y 15 de octubre) Cunete avisó al presidente local del PP de Sanlúcar, y desde ayer nuevo alcalde, Juan Rodríguez Romero, quien no le creyó. Pero Cunete prosiguió con la historia. La noche del sábado, cuarta cita con García Raposo, éste le entregó una bolsa con 13 millones de pesetas. Con el dinero en la mano, acudió de nuevo a la gente de su partido. Y les espetó: "¿Ustedes saben quién gobierna en Sanlúcar?".

-"El PSOE", le responden.

-"Qué va, el PSOE no gobierna en Sanlúcar, aquí manda otra gente. Mirad lo que me han dado por quitarme de en medio".

Cunete pidió al partido la máxima cobertura para destapar a los corruptos. En la mañana del domingo el PP se moviliza. Intervienen desde el presidente sanluqueño del PP, al secretario general del PP andaluz, Antonio Sanz, quien recibe órdenes de Madrid de presentar la denuncia. Había que encontrar a un notario en domingo para que autentificase el contrato político suscrito por Ramírez y García Raposo. Para buscar al fiscal y a la juez de guardia, intervino el subdelegado del Gobierno en Cádiz, Miguel Osuna.

Pero la historia deja varias interrogantes. ¿Por qué la juez María Dolores Aguilar autorizó a Cuente a que cobrara el resto del dinero y no ordenó a la policía judicial que interviniera en la quinta y sexta cita de éste con García Raposo? ¿De dónde salieron billetes y letras de cambio?

De los primeros 13 millones se desconoce la procedencia. Del cheque bancario al portador por valor de cinco millones tendrá mucho que decir el apoderado del BSCH, cuya tarjeta de visita fue entregada por García Raposo a Ramírez para que cobrara. De la sexta cita, el lunes por la mañana, deberá contestar el alcalde de Chipiona, que entregó a Ramírez un contrato de trabajo del Ayuntamiento, en blanco, en la cafetería de un cámping público de su municipio donde suele desayunar.

Cunete no durmió en Lisboa ni comprará una casa para su esposa y su hija, pero su partido le ha compensado con una suite en un flamante hotel sevillano y un viaje a Eurodisney. Para que no se sienta un "gilipollas".

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