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12.000 muchachos de 14 y 15 años apenas asisten a clase, según un estudio regional

Un 9% de los chavales de 14 y 15 años (12.330 chicos), con edad de cursar el último tramo de la enseñanza obligatoria, está totalmente desescolarizado o, aunque a veces va a clase, su grado de absentismo es muy alto. Éste es uno de los datos del informe realizado en el último año por el equipo sociológico EDIS para la Comunidad con el objetivo de descubrir cuántos jóvenes de 14 a 18 años precisan programas de compensación educativa (aulas taller y de garantía social). El caso más extremo de este grupo es el de 1.530 muchachos de 14 y 15 años que viven ajenos al sistema educativo. Un tercio trabaja pese a su minoría de edad, otros 810 no hacen nada y 150 se dedican a tareas domésticas.

La conclusión del estudio es que hay 27.000 chavales madrileños de 14 a 18 años (un 7% del total) que, por su deficiente escolarización, deberían cursar programas de compensación educativa. Para llegar a ella, los técnicos de EDIS encuestaron a 5.000 de los 377.502 jóvenes de esas edades. Entre todos estos chicos están los 12.330 de 14 y 15 años que faltan a clase siempre o muy a menudo, y otros 14.750 jóvenes entre los 16 y los 18 años que siguen algún estudio, pero con muchas ausencias, o que han concluido la escolarización obligatoria (hasta los 16 años) sin la titulación mínima, es decir, el certificado de secundaria.No todos los casos son iguales. Unos chavales han abandonado la escuela sin título y otros permanecen en ella aunque a trancas y barrancas. Algunos repiten curso y otros no, y también los hay que, a pesar de carecer de diploma alguno, han encontrado algún trabajo, eso sí, en precario.

Pero todos estos chicos tienen en común una cierta repulsa hacia el sistema escolar, y para evitar que engrosen las filas de los excluidos, necesitan de programas formativos especializados, como las aulas taller o de garantía social. En ellos las enseñanzas básicas de ciencias, lenguaje o matemáticas se combinan con formaciones prácticas, como el aprendizaje de un oficio.

Entre los 12.330 chavales de 14 a 15 años con problemas educativos, además de los 1.530 totalmente desescolarizados, hay otros 10.800 que faltan mucho a clase (una cuarta parte no acude nunca o casi nunca).

De los 14.750 chavales de 16 a 18 años con deficiente escolarización, la mitad dejaron la escuela sin obtener el título de graduado en secundaria y permanecen en el paro o dedicados a tareas domésticas. Otros 3.300, también sin título, trabajan pero en empleos precarios, Y por último, hay otros 4.050 que están matriculados en centros de formación profesional o de secundaria pero sin apenas acudir a clase.

Hay otros 4.690 chavales que, aunque también carecen de titulación, han podido acceder al mercado laboral de forma estable, es decir, no con contratos parciales o sin contrato, por lo que, en principio, no estarían incluidos entre los chavales que requieren programas de compensatoria.

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Todos estos problemas de fracaso escolar son más frecuentes en los distritos del sureste de la ciudad y en los municipios del sur metropolitano, según se comprueba en el estudio.

De los 14.750 chicos mayores con precaria formación, el 55% vive en distritos del sur y este como San Blas, Villaverde o Puente de Vallecas o en municipios del sur como Parla o Getafe. La procedencia de la mayor parte de los escolares absentistas de 14 y 15 años es similar.

Inversión prevista

La Consejería de Educación y Cultura indica que, para hacer frente a este panorama, el acuerdo regional de mejora educativa prevé una inversión de 15.000 millones en cinco años. En los colegios donde estos índices de fracaso escolar son más altos, el compromiso de la Comunidad, ahora con todas las competencias educativas, pasa por favorecer la estabilidad de los equipos docentes implicados en el proyecto del centro.

Ésta es una reivindicación de todos los grupos de apoyo a la escuela que trabajan en los barrios más desfavorecidos, como el Movimiento por la Calidad de la Enseñanza. También en el plan especial de inversiones que negocian las asociaciones de vecinos de Puente y Villa de Vallecas con el Ejecutivo de Ruiz-Gallardón se reivindica dicha continuidad de los claustros. Pero todavía esa medida no se ha aplicado.

La apertura de los colegios en horario extraescolar, la ampliación de los planes de garantía social y el cuidado de no concentrar a todos los alumnos con necesidades educativas especiales (minorías étnicas, discapacitados) en los mismos centros para evitar los guetos son otras de las promesas del Ejecutivo regional.

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