El contraste del 'caso Liaño' con el "caso Hormaechea"
En julio de 1995, José Manuel Martínez-Pereda formuló un durísimo voto particular contrario a la sentencia que condenó al ex presidente de Cantabria, Juan Hormaechea, por prevaricación y malversación de caudales públicos. El juez del Supremo dio entonces crédito a Hormaechea cuando arguyó que el presidente del tribunal cántabro que le condenó, Claudio Movilla, y el abogado de la acusación, Miguel Ángel Revilla, habían tenido "al menos, tres reuniones para comer juntos". "La cuestión reviste una destacadísima gravedad", escribió Martínez-Pereda. "Si ello es cierto, debió determinar la inmediata abstención del presidente recusado [Movilla]".Ese precedente ofrece un curioso contraste con lo ocurrido en el caso Liaño. El juez Javier Gómez de Liaño y el denunciante de Sogecable, Jaime Campmany, mantuvieron comidas que fueron jocosa y minuciosamente descritas por éste en su columna de Abc.Esos encuentros de Campmany con Liaño y su esposa, a los que ahora le une cierto parentesco, incluso salieron a relucir en el juicio. Sin embargo, Martínez-Pereda nunca apreció en ellos la más mínima gravedad ni hizo alusión alguna al asunto.