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GOLPE DE ISLAMABAD

Musharraf suspende la Constitución en Pakistán

El responsable del golpe militar se hace cargo del Gobierno y pone el país bajo el control de las Fuerzas Armadas

El jefe del Ejército paquistaní, el general Pervez Musharraf, declaró anoche (de madrugada en Islamabad) el estado de emergencia en todo el país. Musharraf, que protagonizó un golpe de Estado incruento el pasado martes, suspendió la Constitución y el Parlamento y se proclamo jefe del Ejecutivo. "Todo el país pasa al control de las Fuerzas Armadas de Pakistán", aseguró el máximo responsable militar en un comunicado difundido poco después de la medianoche. La medida acabó con las esperanzas barajadas durante todo el día de que el retraso en anunciar sus propósitos podía significar que Musharraf buscaba una salida constitucional a la crisis. De nada sirvieron los llamamientos internacionales para que devolviera el poder a un Gobierno civil.

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"La Constitución de la República Islámica de Pakistán permanecerá en suspenso", proclamaba el comunicado. Todos los ministros del Gobierno, los gobernadores provinciales y los jefes de los Gobiernos provinciales "cesarán en sus puestos". La Asamblea Nacional, el Senado y las asambleas provinciales quedan también en suspenso, según el texto difundido por la agencia oficial de noticias APP. Aunque Musharraf se arroga la jefatura del Gobierno, mantiene al presidente, Rafiq Tarar, en su puesto. Tarar deberá, no obstate, plegarse a la autoridad del nuevo primer ministro. Curiosamente, una de las primeras imágenes de Musharraf tras el golpe, lo mostraba visitando a Tarar.El comunicado no menciona al primer ministro depuesto, Nawaz Sharif, que ha sido acusado por el Ejército de tramar una conspiración contra las Fuerzas Armadas. "Tenemos algunas pruebas de que Nawaz Sharif conspiraba contra el Ejército", había manifestado horas antes un portavoz militar. Sharif fue trasladado ayer, bajo custodia, a su feudo de Lahore.

El Ejército aseguró que se respetarán los derechos fundamentales que no entren en conflicto con la proclamación del estado de emergencia.

El anuncio puso fin a dos días de suspense sobre los planes del Ejército tras el golpe de Estado que depuso a Sharif, el pasado martes, apenas dos días después de que el primer ministro cesara a Musharraf de su cargo como jefe del Ejército. Las relaciones entre ambos hombres habían empeorado de manera ostensible desde que Sharif ordenara la retirada del Ejército de Cachemira.La asonada ha merecido una condena internacional generalizada y numerosas peticiones para que se restablezca la legalidad democrática.

El presidente norteamericano, Bill Clinton, reiteró ayer su llamamiento a que los militares paquistaníes transfirieran rápidamente el poder a un Gobierno civil y a que no agravaran las relaciones con India, como Pakistán, una potencia nuclear. Aun así, Estados Unidos dejó la puerta abierta a un eventual contacto con el nuevo hombre fuerte al lamentar la toma de poder por el Ejército sin utilizar la expresión "golpe de Estado". Esta madrugada, sin embargo, el portavoz del Pentágono, Kenneth Bacon dijo que la declaración del estado de emergencia es "un paso en la mala dirección". Altos funcionarios de la Administración estadounidense lamentaron ayer no haber forjado unos vínculos más estrechos con los militares del país asiático que hubieran podido servir para impedir el golpe de Estado.

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Además de Sharif, otros miembros de su Gobierno fueron detenidos y sometidos a arresto domiciliario. Entre ellos, el que hasta el martes era su ministro del Interior, Chaudhry Shujaat Hussain, según anunció la policía. El hermano de Sharif y gobernador de la provincia de Punjab, Shahbaz Sharif, también fue confinado en su domicilio.

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