Londres constata que el Gobierno y Garzón difieren en el "caso Pinochet"

Brian Gibbins, uno de los responsables del caso Pinochet en la fiscalía británica, ha enviado una carta a la Audiencia

Nacional en la que constata que el juez Baltasar Garzón y el Gobierno español mantienen posturas diferentes sobre si mañana debe o no recurrirse una hipotética sentencia contraria a la extradición de Pinochet a España. Garzón ordenó tal recurso, pero dos funcionarios españoles de Exteriores han comunicado que no hay decisión tomada en ese terreno, posición que Gibbins califica de "inaceptable". Miguel Aguirre de Cárcer, uno de los funcionarios que hablaron con el fiscal británico, "explicó que las decisiones sobre los recursos a presentar aún están pendientes de ser adoptadas en Madrid", cuenta Gibbins. "Según dijo, no estaba en condiciones de decir si, en el caso de que el magistrado fallase contra España, nos darán instrucciones para presentar recurso o no". "Le informé", agrega el fiscal londinense, "de que había recibido un fax suyo [de Garzón] con instrucciones para recurrir el fallo, y ante mi pregunta de si en ausencia de instrucciones escritas de su departamento procederíamos de acuerdo con esas órdenes se negó a confirmarme si debería actuar así". En la carta, Gibbins explica su propia reacción: "Le dije que su posición era inaceptable. Que actuamos como agentes del Estado español y que sólo podemos proceder a presentar un recurso de apelación si somos instruidos claramente para hacerlo. No podemos considerarnos instruidos para recurrir si una parte del Estado español da órdenes que parecen estar en conflicto con otra parte del Estado". Pese a este relato, el ministro portavoz del Gobierno, Josep Piqué, negó ayer que el Ejecutivo español haya actuado en contra de las instrucciones dadas por el juez Garzón para recurrir un fallo favorable al ex dictador Augusto Pinochet. Además, dijo que hubiera sido un "imposible jurídico" una intervención del Gobierno español en este momento del proceso.