Un sector de ERC se opone a la equidistancia entre CiU y la izquierda
Un sector de Esquerra Republicana (ERC) ha preparado un manifiesto y recoge firmas para mostrar su oposición a la política de equidistancia entre las fuerzas de izquierda y CiU preconizada por la dirección del partido. Según explicó uno de los impulsores de esta iniciativa, el ex diputado de ERC Jaume Rodri, este manifiesto sería la cristalización de una corriente interna que desde hace tiempo defiende que en estas elecciones ERC debería apostar por una opción de izquierdas en el Gobierno catalán. Para este sector, la actual política de equidistancia significa "sacar a subasta pública" el partido y su único objetivo es el rendimiento personal de la actual dirección de ERC. Rodri ha anunciado: "Si después de los comicios Pujol es presidente con los votos de ERC, algunos nos marcharemos del partido". La iniciativa del manifiesto y la recogida de firmas surgió tras una reciente cena en La Vajol (Alt Empordà) convocada por el dirigente histórico de ERC y ex alcalde de esta localidad Miquel Giralt, el escultor Joan García Codina y algunos regidores en activo de la formación independentista. Según este sector de ERC, "un partido que se proclama heredero de Lluís Companys no puede mantener una posición de duda cuando hay una posibilidad de cambio hacia un gobierno de izquierdas". El manifiesto, asimismo, reconoce el papel del candidato de Iniciativa per Catalunya, Rafael Ribó, para impulsar este pacto de izquierdas y lamenta que el proyecto liderado por Maragall no haya sabido crear la ilusión colectiva que se esperaba ni se haya convertido en un frente de izquierdas amplio y plural, según ha explicado Rodri. El político independentista ha expresado el temor de este sector a que se reproduzca una situación similar a la de 1980, cuando ERC apoyó al primer Gobierno de Pujol a cambio de una reforma del Estatuto y Heribert Barrera ocupó la presidencia del Parlament, puesto al que no renunció pese a no producirse, ni siquiera plantearse, dicha reforma.
