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FÚTBOL Segunda División

Al Compostela le faltó puntería

El encuentro fue un sentido homenaje a la mala puntería por parte de los gallegos, especialmente de sus delanteros Changui y Gudelj, muy incisivos y bulliciosos, sobre todo el primero, pero lamentablemente en discordia con el gol. Bajo una intermitente capa de lluvia los madrileños emplearon mucha entrega y ardor defensivo frente a la superior calidad individual y colectiva del Compostela, donde destacó la joven promesa del canterano Changui, un delantero descarado y con suficiente malicia.Sin embargo, ni su buen hacer, ni la sapiencia del veterano Gudelj, ni la serena organización del pivote Díaz sirvieron para perforar la meta defendida por Raúl, a pesar de la notable lista de opciones de gol de la que disfrutaron los santiagueses. El rosario de ocasiones comenzó al cuarto de hora, cuando Changui, tras jugada de Gudelj, disparó alto. Cinco minutos después volvió a mandar el balón por encima del marco tras una brillante internada de Hoekstra.

COMPOSTELA 0 LEGANÉS 0

Compostela: Ponk; Mauro, William, Saula, Nacho; Lekumberri, Viedma (Mauricio, m. 62), Díaz, Hoekstra (Cabarcos, m. 37); Gudelj y Changui.Leganés: Raúl; Julián Ronda, Joyce Moreno, Raúl Pareja, Paulo Torres; Teixeira, Baba Sule, Merino, Zuluaga (Óscar, m. 90); Pachón (Trigueros, m. 92) y Barbarín (Codina, m.70). Árbitro: Ramírez Domínguez, del colegio andaluz. Mostró tarjetas amarillas a Díaz, Mauro y Saula, del Compostela, y a Teixeira y Baba Sule, del Leganés. Unos 3.000 espectadores en el campo de San Lázaro.

Posteriormente, dos excelentes acciones de Changui son rematadas por Gudelj, en inmejorable posición, también a las nubes. Al inicio de la segunda mitad, el bosnio vuelve a disponer de una seria opción de disparo y envía a las manos del guardameta visitante. Por su parte, el Leganés mostró una encomiable disposición al pressing, vaciándose casi todos sus jugadores en el esfuerzo. Su bagaje ofensivo fue no obstante muy escaso. La mayor parte de la segunda mitad estuvo protagonizada por las imprecisiones en el pase y la sorda pelea por la disputa del balón. En los cinco últimos minutos cayó sobre el estadio una fuerte tromba de agua que le dio un carácter agónico a la última avalancha local sobre la portería del Leganés. Sin embargo, las descargas del Compostela chocaron una y otra vez en las verdes camisetas de sus adversarios.

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