_
_
_
_
_

Pujol y Maragall "venden" en Madrid su modelo de relación entre Cataluña y España

Los dos aspirantes a ganar las próximas elecciones catalanas, Jordi Pujol y Pasqual Maragall, compitieron ayer en Madrid en sus esfuerzos para granjearse el apoyo y la confianza de empresarios y financieros. Maragall celebró una de sus comidas de captación de fondos, en la que cada comensal aporta 100.000 pesetas para financiar su campaña electoral. Pujol tuvo un almuerzo, en la sede de Repsol, con un grupo de altos ejecutivos y banqueros entre los que se encontraban Emilio Ybarra (BBV), Josep Vilarasau (La Caixa) y Javier Valls-Taberner (Banco Popular).

Más información
Maragall lleva a Madrid la pugna con Pujol para huir del "control mediático" de CiU

Maragall explicó antes de comenzar el almuerzo en un céntrico hotel madrileño que las comidas para donar fondos a su campaña son una aportación a "la transparencia y la apertura" que su opción representa. Uno de sus objetivos es conseguir, dijo, "que los partidos no puedan dirigirse con secretismo a los empresarios para pedir financiación", sino que se sepa "cuánto y cómo" reciben dinero. Justificada así esta forma de actuar, el candidato socialista a la presidencia de la Generalitat explicó también que su oferta política en las elecciones del 17 de octubre pretende, entre otras cosas, que las relaciones entre Cataluña y el resto de España "se basen en la confianza en vez de en la desconfianza" y en la sustitución del regateo, que tan característico ha sido en la etapa de Pujol, "por la pedagogía y la discusión incansable". El partido más votado En cambio, Pujol, en rueda de prensa, destacó haber aportado su apoyo a los gobiernos españoles desde 1993 como garantía de la estabilidad política y económica que ha permitido la entrada de España en la primera fase de la Unión Monetaria europea. Esta política de Convergència i Unió (CiU) continuará en un futuro, aseguró Pujol, sea cual sea la formación que gobierne en España porque los nacionalistas "siempre apoyaremos al partido que el pueblo español ponga en primera posición". Pujol aseguró que a España le conviene que CiU gane las próximas elecciones autonómicas para poder seguir influyendo en la política económica española, algo que no ocurriría, advirtió, si los nacionalistas estuvieran en la oposición en el Parlamento catalán. La actitud de CiU tras las elecciones generales de 1996 sirvió a Pujol como ejemplo de su política. "Si entonces CiU hubiera apoyado al PSOE en vez de al PP, que ganó las elecciones, hubiéramos cometido un robo. Hubiese sido un gran error y un acto negativo de ética política", afirmó. La estabilidad que presta CiU al Ejecutivo de José María Aznar se materializará en las próximas semanas con el apoyo a los presupuestos y en la reunión del Pacto de Toledo. Al almuerzo con Maragall acudieron cerca de 20 comensales. Entre ellos estaban Antonio Catalán, de AC Hoteles; Pablo Vallbona, de Corporación Financiera Alba; Juan Villar-Mir, del Grupo Espacio; Rafael Montes, de FCC; Guillermo de la Dehesa, consejero del Banco Pastor; Pau Guardans Cambó, del Grupo Acciona; Eloy Domínguez, de Dycsa, y el publicista Miguel Angel Lorente. Maragall les explicó que pretende abanderar un cambio en Cataluña al frente de una fuerza muy amplia "que abarca desde liberales hasta radicales y progresistas", que ofrece al resto de España una propuesta federalista en el ámbito político, fiscal y cultural, con defensa tanto del catalán como del castellano, y que tiene la voluntad de participar en "un proyecto compartido". PASA A LA PÁGINA 4

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_