Ataques al Papa
Jerzy Stuhr, actor, director y guionista de la película polaca seleccionada en esta 56ª Mostra de Venecia, Una semana en la vida de un hombre, tuvo palabras muy críticas ayer para su ilustre compatriota el papa Juan Pablo II. Según Stuhr, cuyo filme ha causado buena impresión en el festival, el Pontífice "se queda en el espectáculo y olvida lo sustancial". La Iglesia dirigida por Wojtyla no supera los límites de la mera forma y "olvida los problemas morales". Toda una declaración proviniendo de un polaco de 52 años como Stuhr, un veterano del cine nacional. Las críticas de Stuhr, natural de Cracovia, nacen no de una mentalidad de intelectual tibio en cuestiones de fe, sino de un "católico que cree sinceramente". Stuhr no limitó sus críticas a la Iglesia católica, sino que las hizo extensivas a la sociedad en general. "Vivimos en un mundo en el que nadie tiene el valor de hacer juicios morales ya", dijo. Dos casos recientes demuestran esta falta de rigor moral del mundo moderno: las mentiras de Clinton, que no parecen haber preocupado a casi nadie, y las bombas lanzadas por la OTAN sobre Serbia, calificadas con la mayor desfachatez como "bombas humanitarias".
