Euskadi compite con una selección propia en el europeo de surf
La selección vasca de surf y body board participará en el Campeonato de Europa de ambas modalidades que se disputará entre el 5 y el 12 del presente mes en Praia Grande (Portugal), junto a otros 14 países o federaciones reconocidos por la organización europea de esta modalidad deportiva. Euskadi pertenece a la federación continental desde 1989 por la inexistencia real de una federación española, que actualmente está constituída ante notario, pero sin el reconocimiento preceptivo del Consejo Superior de Deportes.Euskadi viene liderando la práctica del surf en el territorio español, no tanto por el número de licencias, como por la infraestructura y la organización de un deporte que se ha desarrollado espontáneamente en las comunidades marítimas españolas (Galia, País Vasco, Asturias, Cantabria, Canarias, Andalucía, y más recientemente Catalunya). Actualmente, ostenta el cuarto lugar en los campeonatos europeos, en una disputa habitual con Francia, Portugal e Inglaterra en las competiciones continentales y dispone de varios campeones europeos en las clasificaciones individuales.
El vacío estatal en este deporte y el impulso derivado de la aprobación de la ley vasca del deporte, han promomido el surf a la condición de avanzadilla en el reconocimiento de las selecciones vascas a nivel internacional, una camino que en la década de los 80 inauguró la lucha sambo, una disciplina en la que Euskadi compitió como selección idependiente.
Los intentos por crear una federación española de surf surgieron de la organización gallega, aunque la federación vasca nunca aceptó las condiciones establecidas en su proyecto de estatutos: sede oficial en Galicia, (que sólo podría alterarse con una mayoría del 80% de la asamblea), voto ponderado en virtud de la condición de federado o competidor, entre otras cuestiones.
Recelos mutuos
Lo cierto es que las reticencias entre el embrión de federación española y la federación vasca eran mutuas. La primeros trataba de anular la influencia de la segunda (reconocida en la organización europea) y ésta había mostrado de forma manifiesta, con anterioridad, su indisposión a figurar bajo la bandera española. Incluso se llegó al caso de que los surfistas vascos, encuadradados originariamente en la selección española, se negaban a participar en la izada de la bandera en los actos inaugurales de los campeonatos. Una cuestión compleja por cuanto todos los participantes eran vascos.
El apoyo del Gobierno Vasco (que sufraga la tercera parte del presupuesto de la federación) y la "legitimidad" que atribuyen de la ley vasca del deporte hace pensar a los responsables de la selección vasca que si se produjera una creación definitiva de la federación española, no afectaría a su presencia (incluso a nivel directivo) en la organización europea.
