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Las cuencas del Júcar y del Segura registran la menor reserva de España

Las cuencas de los ríos Júcar y Segura, las principales fuentes de agua del campo de la Comunidad Valenciana, son las que tienen menos reservas de todo el sistema hidrográfico español. Según datos del Ministerio de Medio Ambiente, la semana pasada los embalses de la cuenca del Júcar sólo albergaban el 18% del agua que pueden contener, mientras que en el Segura esta cifra descendía hasta el 13%. Los sectores agrarios han hecho público su malestar ante una situación que se repite cíclicamente sin que la Administración ponga remedio.

Según el último Boletín Hidrológico del Ministerio de Medio Ambiente, de los 3.218 hectómetros cúbicos que se puede acumular en los embalses de la cuenca del Júcar, sólo se disponía de 587, lo que supone el 18%. En la cuenca del Segura, de los 1.078 hectómetros cúbicos posibles, sólo había embalsados 147, el 13% del total. Estas cifras convierten a estas dos cuencas españolas en las que menos reservas se acumulan sobre la capacidad total de embalse. De hecho, la precaria situación del agua en la Comunidad se hace más patente al comprobar el estado de otras cuencas: la vertiente sur, que está al 39%, la del Guadalquivir, al 40%, la del Guadiana al 51%, la del Tajo al 35% y la del Ebro al 49%. La media española de agua embalsada respecto a la capacidad total es del 40%. La situación de los embalses valencianos tampoco resiste comparación con años anteriores. Frente al 18% actual, el año pasado los embalses de la cuenca del Júcar llegaban al 39% de su capacidad, y hace dos años al 37%. La media de los últimos cinco años es del 21%, mientras que la de 10 años es del 27%. Algo similar ocurre con el Segura, en el que sus embalses acumulaban el 35% del total de su capacidad el año pasado por estas fechas, mientras que la media de hace cinco años es del 19% y la de 10 años el 17%, siempre por encima del 13% actual. La grave situación por la que atraviesan los embalses valencianos -y de la que no se libran los acuíferos subterráneos de la Comunidad, como denunció ayer la Unió de Llauradors-COAG- sigue provocando las protestas del sector agrícola que asiste impotente a lo que consideran "pasividad" de las diversas administraciones. El responsable del agua de la Unió, José Ramón Urbán, exigió del Gobierno central la inmediata elaboración y aprobación del Plan Hidrológico Nacional (PHN) como medida para acelerar trasvases entre cuencas así como planes de obras hidráulicas que puedan poner fin para siempre a una situación cíclica. Urbán reclamó que mientra tanto es necesario un "esfuerzo para depurar todas las aguas con la calidad suficiente para regar los cultivos". "Sería un lujo, en la situación actual, no aprovechar todas las aguas para depurarlas y aprovecharla para usos agrícolas", señaló el dirigente de la Unió. Urbán también recordó que la falta de agua repercute en la calidad de los productos agrícolas y por tanto en la renta que ingresan los productores. Al mismo tiempo, el presidente de la Federación Española de Exportadores de Frutas y Hortalizas (Fepex), Andrés Cuartero, exigió también la aprobación del PHN. "Los agricultores empiezan ya a cansarse de la inseguridad sobre sus producciones por la falta de agua", dijo Cuartero, que añadió que el agricultor "no puede estar pendiente siempre de si llueve o no llueve, y desde luego, las ayudas económicas en periodo de sequía no deben convertirse en una costumbre". Precisamente estas ayudas, articuladas por el Gobierno en el decreto sobre la sequía, también han levantado suspicacias, ya que mientras que en comunidades como Andalucía o Extremadura todas las poblaciones pueden acogerse a estas ayudas por falta de agua, en la Comunidad el decreto sólo selecciona las zonas de interior, cuando la evidente falta de agua afecta también al regadío.

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