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Pilotos profesionales por un día

Josep Bartual, por ejemplo, se sintió como Àlex Crivillé por un día: se levantó temprano, se desplazó a Cheste, se enfundó el mono de cuero, las pesadas botas y el casco, pagó 2.000 pesetas por la licencia médico-jurídica y otras 3.000 por media hora de uso de la pista del circuito y entonces ... a volar con su Scooter de 180 cc por el trazado en el que el próximo 19 de septiembre se disputará una prueba del Campeonato del Mundo de motociclismo: el Circuito Ricardo Tormo, en Cheste. Bartual, de 23 años, periodista de profesión y motero vocacional, alucinó con la anchura de la pista (a pesar de tener fama de estrecha), la curva ciega de meta (no se adivina el final de la misma) y, por supuesto, la fuerte sensación de rodar por donde rodarán los más grandes, este trazado tan técnico de 4.005 metros y este circuito con capacidad para 60.000 espectadores sentados. Bajo un sol de justicia, Bartual fue uno de los cerca de 400 moteros que ayer se acercaron al circuito de Cheste para, previo pago de las 5.000 pesetas, poder probar su propia motocicleta sobre un asfalto de campeonato mundial. Otro fue Christoph Wolf, un suizo que, de vacaciones en Gandia, se desplazó a Cheste para poner en práctica su pasión por las motos. Entre los inscritos en las diferentes tandas de media hora, todos eran hombres salvo una mujer: Lioba María Eras. "Éste es un circuito bastante seguro", exponía el comisario Santiago Fraile, ante el grupo de 36 pilotos que se disponía a tomar la salida en la tanda de las 13.00 [en las carreras profesionales, cada parrilla de salida suele estar integrada por 40 o 44 pilotos]. "Los comisarios [emplazados en distintos puntos del recorrido] os indicarán con la bandera amarilla fija que hay algún incidente; con la bandera a rayas, que la pista está deslizante; la verde, que todo está bien; la azul puede advertir a los de cabeza de que pueden toparse con un grupo de pilotos que va muy pegado; y la roja indica que hay que abandonar el circuito, acudir a boxes lo más rápido posible". "Os ruego", prosiguió Fraile, "que hagáis caso a los comisarios y que no me hagáis eses ni que os paréis en medio de la pista, ni nada que pueda ser peligroso. Las infracciones se pagan aquí con un accidente", zanjó Fraile, no sin antes repasar las características del recorrido: aquí hay una curva en la que se salen muchos, allá una recta ... . Las instalaciones de Cheste resultan ciertamente espectaculares, pero todavía presentan algunas deficiencias: la mala señalización para acceder al recinto y la falta de agua potable en las inmediaciones del circuito (hay una serie de fuentes en unas cisternas cilíndricas de agua no potable). Entretanto, a miles de kilómetros, en Brno (Chequia), Crivillé llegaba segundo a meta y apuntalaba su primer puesto en el campeonato del mundo de 500 cc. Crivillé y sus compañeros profesionales disputarán el próximo Gran Premio en Imola (Italia); y el siguiente, el 19 de septiembre, en Cheste (Valencia).

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