Los tres espadas cortaron sendas orejas en Leganés
Antoñete, Espartaco y Vicente Barrera han obtenido una oreja cada uno, como balance final de su actuación en la tercera y última corrida de la feria de Leganés, frente a un encierro bien presentado y encastado del hierro de Garcigrande. Los trofeos han sido conseguido después de que cada diestro construyera su faena dentro de sus diferentes estilos.El maestro Chenel ha tenido que enfrentarse a dos toros muy serios. Se dobló Antonio con el cuarto por bajo. Siempre dando espacio y desahogo a la embestida, Chenel le sacó dos excelentes naturales de suerte cargada, que cerró con el pectoral. Al intentar un molinete invertido, el morlaco le desarmó.Quiso dar el madrileño una segunda tanda al natural y la casta del garcigrande le desbordó. Se llevó Antonio el toro al tercio, en busca de terrenos en los que el animal pesara menos.
Pero allí se quedaba más corta la embestida y Antoñete desistió. Lo mató de pinchazo y una corta habilidosa y se llevó la oreja.
En el toro que abrió plaza, tardo y mirón, Antonio Chenel no pudo centrarse con él y se limitó a defenderse de las dificultades que le surgieron.
Espartaco llegó despegado y con temple por el pitón derecho al toro al que desorejó. Tenía casta el animal y el de espartinas no pudo con él por el pitón izquierdo. En vista de ello, lo mató de estocada tendida y consiguió la oreja. El quinto parecía estar reparado de la vista. No hubo manera de hacerle tomar la muleta. Vicente Barrera tuvo el mérito de imponer su faena al sexto, que había estado huyendo durante toda la lidia.
Cortó la oreja del tercero, un toro encastado y algo soso, con una faena de las suyas, esta vez falta de temple y poco dominadora. La plaza de Leganés registró un tercio de entrada, con público animoso y facilón.
