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LOS CONFLICTOS DEL GIL

El marido de la tránsfuga ceutí admite que quiere ser consejero

Carlos E. Cué

Nada está hablado aún, pero todo es posible. Francisco Cazalla, el marido de Susana Bermúdez, reconoce que él también tiene sus "aspiraciones políticas" y le interesa mucho ocupar un cargo en el próximo Gobierno del GIL en Ceuta, en el que el voto de su esposa es clave. Hasta ahora se había hablado de una viceconsejería o una dirección general, pero él apunta incluso hacia una consejería, como la que seguramente le corresponderá a Susana. "¿Y por qué no?". Cazalla sabe que de su mujer, en paradero desconocido, dependen muchas cosas, y que el GIL puede ser generoso.Cazalla, administrativo en el puerto, al igual que el padre de Susana, habla con su mujer varias veces al día, aunque asegura no saber dónde está. Él tiene claro que ella ha hecho bien, y asegura que para saber si el GIL es peligroso habrá que esperar a ver su gestión.

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Difícil marcha atrás

La decisión de apoyar la investidura de Antonio Sampietro está ya tomada, y dar marcha atrás "no sería lógico" después del revuelo creado. Según Cazalla, la estrategia que va a seguir su mujer es una buena negociación política con el GIL para conseguir rodearse de gente de confianza, incluyéndole a él. Pretende evitar con ello que se encuentre sola en la Asamblea, entre dos frentes: el GIL y la oposición. Cazalla opina que "el GIL debe andar con mucho cuidado" porque Bermúdez está dispuesta a controlar todos los actos del Gobierno y, si comprueba algo irregular, "va a ser la primera en ir al juzgado a denunciarlo".No están ni mucho menos arrepentidos de su decisión. Y no porque tengan miedo al GIL -"mi mujer tiene unos ... muy grandes y no le tiene miedo a nada", dice- sino porque lo han pensado mucho.

De momento, su mujer tiene intención de permanecer oculta, pero Cazalla afirma que ambos tienen "muchas cosas que decir", especialmente contra los dirigentes del PSOE, en el que militaban desde hace muchos años. Se enfada cuando se le habla del dinero que muchos dicen que ha cobrado.

Sobre la extraña desaparición de Susana con sus hijas, de 12 y 3 años, dice que tiene "todo el derecho del mundo a estar donde le dé la gana" para evitar la presión ejercida sobre ellos. Sólo les queda la esperanza de que alguien les entienda. "Pero la gente que ha votado al PSOE aquí; los de Madrid no nos interesan", añade.

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[Jesús Gil, presidente del GIL, advirtió hoy al delegado del Gobierno en Ceuta, Luis Vicente Moro, de que tendrá que abandonar su puesto el 23 de agosto, fecha prevista para el Pleno que debatirá la moción de censura de su partido y Bermúdez. "Nosotros no aceptamos", declaró a Europa Press, "actuaciones gangsteriles".]

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