El valor cotizable de Barea
La novillada nocturna del viernes resultó mansa y bastante deslucida, aunque hubiera algún novillo manejable. Algo que dificultó a las promesas del toreo su empeño, aunque Antonio Barea cortó una oreja de ley.Barea, a base de un valor sereno, quietud y cabeza despejada, consiguió agradar y emocionar al respetable. En su primero, de Palomo Linares, que sí tuvo dosis de casta, planteó una faena de muleta por los dos pitones de buen criterio, en la que cuando acertó a bajar la mano obtuvo muletazos de buena factura. Le empitonó y partió la taleguilla al entrar a matar, por suerte sin consecuencias.
En su segundo, Barea dio la talla de torero enterado y firme. Después de un tercio de banderillas desastroso realizó una faena de muleta muy meritoria. De aguante, quietud y técnica.
Romero / Barea, Garibay, Burdallo Cuatro novillos de Diego Romero, dos fueron rechazados en el reconocimiento, y 1º 5º de Palomo Linares, en general bien presentados, mansos y deslucidos
Antonio Barea: petición y vuelta; oreja. Ignacio Garibay: leves palmas; aviso y silencio. Jesús Burdallo: silencio; silencio. Los tres nuevos en esta plaza. Las Ventas. 6 de agosto (nocturna). Dos tercios de entrada.
Ignacio Garibay lanceó en sus dos novillos de forma variada y colorista, y demostró, a la hora de manejar el percal, ser un buen capotero que gusta de animar y utilizar todos los recursos que tiene una tela de tan bella plasticidad. Ante sus dos mansos y paradillos bureles estuvo valiente y derrochó ganas.
Jesús Burdallo llegó de buen talante y escaso de bagaje, algo que fue muy visible sobre todo en el sexto. Dibujó varios naturales estimables y estuvo breve y acertado en la espada. Volundad y mérito.