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El Vaquilla se fuga de la cárcel de Quatre Camins aprovechando un permiso

Juan José Moreno Cuenca ha vuelto a escribir un nuevo capítulo en el dilatado historial de El Vaquilla, el personaje que empezó a crear cuando pisó la cárcel por primera vez en 1975. El pasado día 22 salió de la prisión de Quatre Camins para recibir clases y obtener el permiso de conducir, pero no regresó. En la actualidad cumplía una condena de dos años y cuatro meses por agredir a un funcionario de la cárcel en 1995 y otra de dos años por robar un vehículo en un aparcamiento de Barcelona en marzo 1996, cuando llevaba poco más de un mes en régimen abierto y el Gobierno le había aprobado un indulto parcial. En cumplimiento de esas condenas, Moreno Cuenca obtuvo el pasado 14 de diciembre el primer permiso de tres días concedido por el juez de vigilancia penitenciaria "que cumplió con toda corrección", según el Departamento de Justicia de la Generalitat. A ese permiso siguieron otros tres de cuatro o cinco días, de los que siempre regresó, hasta que dejó de hacerlo. Justicia asegura que, al comprobar lo ocurrido, se realizaron gestiones en el entorno familiar del preso y se comunicó la fuga a las fuerzas de seguridad. Moreno Cuenca habría obtenido la libertad definitiva en febrero del año 2001, pero con la nueva evasión esa fecha se prorroga de nuevo, como ha ocurrido reiteradamente en los últimos años. Cuando el huido sea detenido, deberá enfrentarse de nuevo a un juicio, y otra vez volver a empezar. El Vaquilla tiene ahora 37 años y ha pasado más de 18 en la cárcel. A la prisión de Quatre Camins, en La Roca del Vallès, llegó el 20 de mayo de 1998 y actualmente estaba clasificado en segundo grado penitenciario. Justicia asegura que durante su estancia en el Departamento de Atención Especializada "había hecho una muy buena evolución e iba logrando diversos objetivos previstos en su programa". Prueba de ello, afirma la Generalitat, es que a finales del año pasado ya abandonaba la prisión durante unas horas para asistir solo, o acompañado con un monitor, a cursos de varias horas de duración con el objetivo de ayudarle a encontrar trabajo al recuperar la libertad o a tramitar documentos. "Siempre volvía a la hora convenida", recuerda la administración. El sindicato CATAC no desaprovechó ayer la fuga para censurar al director general de Servicios Penitenciarios de la Generalitat, Ignasi García Clavel, acusándole a él y al director de la cárcel de haber dado "un trato de favor" al recluso. En la última sentencia condenatoria dictada contra Moreno Cuenca en octubre de 1996 la magistrada afirmaba que "desafortunadamente no ha sabido desprenderse de la aureola y la imagen simple de El Vaquilla, paradigma de anti-héroe, auspiciada y aireada temerariamente, y asumir, como Moreno Cuenca, una vida en libertad, sin delito, que no otra cosa significa la resocialización". La misma juez aseguraba entonces que esa sentencia condenatoria que dictaba "es la cristalización de un doble fracaso: el del sistema y el del propio acusado".

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