_
_
_
_
_
Entrevista:

"El Tour y el ciclismo han salido del túnel"

Jean-Maria Leblanc ha sido ciclista y periodista y es desde hace nueve años director del Tour. Ha logrado que la carrera sobreviva a un clima de confusión y enfrentamiento . Y parece dispuesto a combatir su peor enemigo: la sospecha.

Pregunta. ¿Quiere comentar algo?Respuesta. No por favor. Nada de polémicas. Es excesivo. Hay un adagio en Francia que dice que todo lo que es excesivo es insignificante.

P. El año pasado utilizó la metáfora de que usted era un capitán que llevaba el barco a buen puerto después de las tormentas. Qué metáfora sirve para definir su posición en este Tour.

R. No, no, por favor, la metáfora la usaron otros. Yo soy una persona modesta.

P. Pues díganos que tal este año.

R. Quizás... el Tour y el ciclismo han salido del túnel. Lo creo de verdad. Creo que hemos vivido un Tour de transición, pero de transición positiva, porque me parece, cuando leo los periódicos, cuando hablo con los ciclistas, con los directores deportivos, que estamos en el buen camino.

Más información
Alex segundo, no está mal

P. ¿A qué se refiere?

R. Viéndolo desde la distancia, estoy realmente impresionado de que en 12 meses se hayan hecho tantos progresos en la lucha contra el dopaje después de décadas dormidos.

P. ¿De verdad cree eso?

R. No sólo la agencia mundial del COI sino cosas concretas e inmediatas: Los efectos de la agencia mundial los veremos más tarde. En Francia, perdón por empezar por Francia, la Ley Buffet sobre el dopaje, una ley muy dura contra los traficantes de productos dopantes. La UCI ha puesto en marcha el seguimiento médico longitudinal que yo creo que es un buen sistema para hoy mismo y para el futuro. Es como decir que los deportistas están bajo vigilancia cuatro veces al año. ¿Qué más, qué más? Por ejemplo, en este año se ha logrado frenar el uso de la EPO.

P. ¿Está seguro?

R. Sí, sí. La EPO ha desaparecido practicamente.

P. ¿Se puede cuantificar en este Tour? Por ejemplo, ¿el 60% del pelotón no usa EPO...?

R. No, no manejo estadísticas. Es mi convicción. ¿Por qué? Porque los investigadores en Lausana, en París, en otras partes, han dado con los parámetros que permiten ver exactamente, a través de la sangre del deportista, si se ha consumido EPO. Al comienzo del Tour, además, dimos con un método para detectar los corticoides. Desde hace unos días, buscamos los PFC. Y ahora tenemos la sangre del corredor almacenada para permitirnos nuevas investigaciones. Y todo eso me parece que es ir en la buena dirección. Ahora hará falta cambiar algunos reglamentos de la UCI e introducir cosas nuevas como la detección de la hemoglobina reticulada.

P. Muy optimista se le ve señor Leblanc.

R. Sí, yo creo que el ciclismo ha lanzado una gran ofensiva. Es el deporte que más ha avanzado en materia de dopaje. El ciclismo y el Tour es el deporte que más sufrió por el dopaje en 1998. Todos esos asuntos, el mal ambiente, la policía, los medios de comunicación, todo contribuyó a hacer muy negro aquel Tour. Hemos hecho un esfuerzo grande, se nos ha criticado, pero aun así hemos tirado adelante por el camino de las reformas y estoy convencido de que en uno o dos años se podrá decir que ha sido el ciclismo y los ciclistas quienes mejor han reaccionado contra el dopaje y se nos señalará con el dedo como un ejemplo positivo. Estamos en el camino de lograr un avance considerable con respecto a otros deportes. ¿Sabe usted de algún otro deporte en el que se analice la sangre de los deportistas? Sólo el esquí de fondo y el ciclismo. Y no sólo eso sino que su sangre nos va a valer para investigaciones de futuro. P. Pero se han producido muchos contratiempos.

R. Evidentemente, no todo lo que hace el ser humano es perfecto. Por ejemplo, se ha roto el secreto médico. En los periódicos hemos podido leer cifras de resultados de análisis. ¡A dónde vamos a llegar! Los ciclistas han tragado mucho y los dirigentes del ciclismo han trabajado mucho.

P. Reflexionando desde la distancia, la readmisión forzada de Manolo Saiz y Virenque ¿puede considerarse ahora una anécdota?

R. Sí. Y yo añado: ya que la UCI ha dicho que el señor Saiz y el señor Virenque tienen que estar en el Tour, son desde ese momento dos personas como las demás. Ningún problema. ¿Usted ha utilizado la expresión anécdota? Es una anécdota. P. Cuando estalló el asunto de los corticoides, que afectaba sobre todo a Armstrong, ¿temió que el Tour se le escapara de las manos?

R. No. No he tenido en ningún momento la sensación de que fuera una falta grave, de que existiera un gran escándalo. Cuando leí el artículo enseguida comprendí que eso de unos pequeños restos en la orina era un asunto anodino.

P. La filtración de los datos a un diario, ¿no significa que pueda haber detrás algún interés en desestabilizar el Tour?

R. No, no estamos tan paranoicos. Si empezáramos a pensar así, creyendo que todos los días habrá un complot... Lo único que puedo decir es que aquí están algunos periodistas, y lo entendí desde que el primer día, para intentar encontrar un asunto de dopaje.

P. Desde el ministerio, se ha dicho que este no es el Tour de la renovación que prometió usted, sino el de las ocasiones perdidas.

R. No creo en absoluto que sea el Tour de las ocasiones perdidas. Yo tampoco dije en ningún momento que un año después del desastre del 98 se pudiera resolver todo y tener un Tour 100% limpio. Es el Tour en el que hemos mostrado bastantes reformas, un cambio de mentalidad entre los médicos de los equipos, entre los corredores. Generalmente estoy de acuerdo con la ministra, pero en este punto concreto no puedo decir eso.

P. En ciertos artículos, se evoca el fantasma de las dos velocidades para explicar el fracaso del ciclismo francés en este Tour.

R. No seré yo. Nunca he hablado del ciclismo de dos velocidades. Me parece una explicación caricaturesca, maniqueísta, hasta estúpida desde el momento en el que el ciclismo ya no está compuesto de equipos nacionales, donde hay franceses en equipos españoles, etcétera. Y no veo que Francia haya estado tan mal. Si miramos el premio de la combatividad, los cuatro primeros son franceses. No han tenido éxito, pero es que la actual generación francesa es mediocre. Es como en todo. Hay ciclos.

P. Los equipos españoles que abandonaron el pasado Tour son precisamente los primeros en la clasificación o los protagonistas de las mejores etapas. ¿Se puede entender que aman el Tour más de lo que piensa el propio Tour?

R. !Pero es que creo que lo aman! Creo que preparan muy bien el Tour y la historia del año pasado parte de un malentendido y de una situación psicológica muy tensa. El malentendido es que Saiz y quizás algún otro pensaran que el director del Tour podía frenar las operaciones policiales. Pero ustedes saben bien que la justicia y la policía son independientes. Yo no podía hacer nada. Entonces, Manolo se crispó, la situación se hizo irrespirable. Fue una lástima, pero eso nunca me hizo pensar que los equipos españoles no fueran serios con el Tour y dejaran de ser los animadores de la carrera. Nunca he pensado así.

P. Justo el año en que se dice que ya no hay dopaje, el Tour va a concluir con la media de velocidad más alta de su historia.

R. No estoy de acuerdo con que la media de velocidad sea un valor indicativo. En la primera semana se corrió con viento favorable. En ningún momento hemos sufrido la canícula y todos sabemos que cuando nos ataca el pelotón va más lento. No me molesta esta media, no es un argumento que destruya mi fe en que todo va mejor.

P. ¿Es Armstrong el ganador perfecto de un Tour de la renovación? ¿es un ganador de futuro?

R. Al principio de este Tour dije que esperaba que fuera el de la renovación. Tenía un doble sentido, de mentalidad en lo que atañe a los asuntos de dopaje y en eso soy claro, ha habido renovación. Y en la Dauphiné Liberé, en otras carreras anteriores al Tour, aparecieron nuevas caras: Vinokourov, Moncutie, Unai Osa, el pequeño español, Salmon. Y yo me decía, ya que no van a estar aquí ni Pantani, ni Ullrich, ni Riis, Jalabert o Bartoli, quizás vamos a tener también una renovación de corredores. Y, en ese sentido, la respuesta es no. Siempre he dicho que debemos hacer una reflexión: ya que la lucha contra el dopaje es tan rígida que los corredores toman menos productos, se puede decir que hay demasiadas carreras y muy difíciles... Son cuestiones sobre las que deberíamos reflexionar. P. ¿Qué opina de la petición de la ministra de que la UCI le ceda la sangre de los ciclistas.

R. Si la ministra piensa que los resultados son útiles a la investigación francesa y sirven para avanzar en la lucha contra el dopaje, ¿por qué no? Y creo que Verbruggen (presidente de la UCI) va a responder en este sentido. Y yo estoy de acuerdo. Porque no hay nada peor que la sospecha. Si la UCI conserva la sangre, los franceses, los españoles, los italianos pueden pensar ¿por qué se la queda la UCI?

P. ¿Pero el laboratorio de París no se ha distinguido por respetar la confidencialidad?

R. Si he comprendido bien, esas muestras de sangre siguen siendo confidenciales. La gente en general, y el deportista en particular tiene derecho a su intimidad. Evidentemente, no me gusta que salgan en los periódicos todos estos datos.

P. Pero el señor Daniel Baal, presidente de la federación francesa, dice que detrás del secreto médico se quieren esconder cosas.

R. No sé. Yo soy un legalista. Y confío en los responsables. No soy médico, pero tengo confianza en ellos. No me puedo imaginar que un médico responsable, un dirigente o un ministro sea un tramposo.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_