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VICENS GIMÉNEZ Festival de luz en la apertura del World Trade Centrer

El World Trade Center (WTC), uno de los grandes proyectos urbanísticos de la reforma del Port Vell de Barcelona, abrió ayer parcialmente sus puertas con un acto oficial y una multitudinaria fiesta nocturna abierta al público. En el ambiente se respiraba satisfacción por ver finalizado este centro de negocios, previsto para los Juegos Olímpicos de 1992, que se ha visto retrasado por dificultades económicas. Jordi Pujol, puso de ejemplo el WTC para subrayar la buena marcha de las infraestructuras en Cataluña y aseguró que en su mayoría estarán acabadas entre el 2003 y el 2004, excepto la ampliación del puerto de Barcelona. Pujol coincidió con la delegada del gobierno en Cataluña, Julia García Valdecasas, y con el presidente de la Autoridad Portuaria de Barcelona, Joaquim Tosas, en las dificultades que ha vivido este complejo, paralizado entre 1992 y 1995. El centro dispone de 40.000 metros cuadrados de oficinas, en los que ya hay instaladas 50 empresas, y ha supuesto una inversión de 23.000 millones. Ubicado en la antigua terminal internacional de buques, el WTC tiene 7.000 metros cuadrados para tiendas, un auditorio, dos terminales de cruceros, que ayer entraron en funcionamiento, un aparcamiento subterráneo y una rambla que conecta el centro de negocios con el resto de la ciudad.

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