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GINETA

Especialista en bosques

Cuando el agua ha trabajado tanto un paisaje como el de Despeñaperros merece que su esfuerzo se compense con el de los demás protagonistas naturales que se han asentado allí. Cerca de los cauces aparecen de vez en cuando algunos árboles, cuyo interior sirve para hacer de hogar seguro a la gineta, una especialista en bosques para encontrar su alimento a costa de controlar las poblaciones de ratones, de algún que otro pájaro, pollo o huevo. En esta época no duda en alimentarse de un espectro más amplio entre los que se incluyen los conejos, los insectos o los anfibios. Es el momento elegido por este animal para parir y alimentar a su prole de tres pequeñuelos. Las exigencias alimenticias ayudan a comprender las escenas de caza y acecho en las que la gineta demuestra su extraordinaria agilidad en el salto. Su cuerpo moteado en negro sobre el gris, que la ayuda a pasar inadvertida para los demás, mantiene una belleza y una esbeltez envidiables. La mirada penetrante y el hocico puntiagudo con el que termina la cara parece acercarnos a sus hábitos crepusculares y nocturnos, cuando la tenue iluminación del monte es testigo de sus primeras correrías, gracias al silencio impreso de sus redondeadas huellas con las que se mueve ágil por el monte.

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