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La cena de Maragall con empresarios irrita al Gobierno de Jordi Pujol

Pasqual Maragall, candidato a la Presidencia de la Generalitat, protagonizó anoche un hecho inusual en la política española: cenó con unos 400 empresarios. Lo excepcional fue que cada comensal pagó 100.000 pesetas destinadas a financiar la campaña electoral del dirigente socialista catalán. El hecho irritó sobremanera al Ejecutivo que preside Jordi Pujol: Maragall invadía un terreno donde hasta ahora la hegemonía del partido que lo sostiene, la coalición CiU, era incontestable. El malestar fue tal que el consejero de Economía y delfín de Jordi Pujol, Artur Mas, denunció presiones del PSC sobre los empresarios.

Convergència Democràtica de Catalunya, el partido que preside Pujol, mantuvo silencio respecto a la convocatoria socialista, pero fue un miembro del Gobierno catalán quien se lanzó a la arena. Artur Mas -a quien fuentes de CDC ratificaban esta semana como virtual número dos de Pujol en las listas para las próximas autonómicas- denunciaba que el Partit dels Socialistes de Catalunya (PSC) estaba presionando a empresarios catalanes para que contribuyesen a la campaña de Pasqual Maragall. En declaraciones a la cadena SER, Mas afirmó que en los últimos días algunos empresarios se habían dirigido al Departamento de Economía manifestando que "iban forzados" a la cena que Maragall celebró anoche con el fin de allegar fondos para su campaña. El consejero de Economía explicó que algunos empresarios "incluso habían recibido presiones de alcaldes del PSC del área metropolitana de Barcelona, alcaldes que seguramente no representan a los municipios donde estos empresarios tienen actividades, que les han tirado de la oreja para que asistan a la cena". Ante esto, Mas manifestó: "Creo que los socialistas, y concretamente Maragall, lo que pretenden es hacerse fundamentalmente una fotografía. Éste es el objetivo fundamental. Más que una incidencia electoral concreta, lo que hay es esta voluntad de hacerse una gran fotografía, que es algo a lo que nos tiene acostumbrados el señor Maragall en las últimas semanas y meses". Nerviosismo de CDC La respuesta de los socialistas no se hizo esperar. El primer secretario del PSC, Narcís Serra, afirmó que Artur Mas está actuando con el "chip de oposición", y le acusó de estar "ofendiendo" a los empresarios que anoche tenían previsto asistir a la cena. Serra declaró que Artur Mas ha cometido un "error", sólo atribuible al hecho de que desde hace meses existe en Convergència Democràtica y en el Gobierno de la Generalitat cierto "nerviosismo" que provoca el hecho -según afirmó- de que "perderán las próximas elecciones". "Mas ha de tener en cuenta que está ofendiendo a los empresarios que libre y legítimamente quieren expresar su apoyo a Pasqual Maragall", insistió Serra. El director de la campaña de Pasqual Maragall, Xavier Roig, negó rotundamente, en declaraciones a la SER, la existencia de presiones e insinuó que éstas pueden haberse producido en sentido contrario, desde el Gobierno de la Generalitat. Roig añadió: "Que haya conversaciones, como el mismo Artur Mas reconoce, entre él mismo y los empresarios, y que se hayan dedicado a hablar de la cena, francamente hace sospechar un poco. ¿No será que han hablado de la conveniencia de venir o no? Es que, si no, me cuesta imaginar de qué tiene que hablar un consejero de Economía con unos empresarios concretos sobre una cena que él no organiza". Desde la izquierda no han faltado críticas a la cena del aspirante socialista a presidir la Generalitat. Tanto Iniciativa per Catalunya-Verds (IC-V) como Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) han marcado distancias respecto a esta iniciativa. PASA A LA PÁGINA 5

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