La Audiencia acumula más de 750 sentencias pendientes de transcripción
La Audiencia de Barcelona tiene acumuladas más de 750 sentencias civiles y penales que ya han sido dictadas y que están pendientes de transcripción. La reducción del número de funcionarios de este servicio, las limitaciones del actual sistema informático y el aumento de las resoluciones que dictan las salas explican que se produzca una media de 15 días de espera desde que el magistrado entrega la resolución hasta que está lista para notificarla.
Fuentes judiciales explicaron ayer que hace unos meses ese tiempo de espera era de sólo tres días. Francisco Javier Béjar, presidente de la Audiencia, considera que la situación actual es "insostenible" y que produce un "asombro extraordinario" a los jueces de fuera de Cataluña que acuden de visita a Barcelona, quienes daban por supuesto que sus colegas estaban dotados de gran cantidad de medios. Béjar solicitó ayer del director general de Relaciones con la Administración de Justicia de la Generalitat, Jaume Amat -Administración de la que depende el personal judicial-, que se cubran con personal interino las tres bajas laborales que hay en el servicio de transcripciones, donde trabajan 16 personas. Amat explicó a este diario que la petición será atendida y que después del verano se completará la informatización. De esta manera, cada funcionario del servicio de transcripciones dispondrá de un ordenador con acceso a una base de datos para hacer más efectivo su trabajo. Hace más de un año se instalaron ordenadores para los magistrados y los secretarios, pero los funcionarios tienen todavía pendientes de renovación sus equipos. Los de algunas secciones ni siquiera conocen aún lo que es la informática y todavía utilizan máquinas de escribir con una memoria limitada o bien equipos totalmente obsoletos, de aquellos en los que el cursor y las letras aparecen en color verde brillante. Once años después El servicio de transcripciones de la Audiencia de Barcelona fue creado en 1988 y mantiene el mismo sistema informático de entonces y los mismos 16 funcionarios, pese a que el número de sentencias que se dictan ahora es más del doble que las de entonces. Al margen de las tres vacantes, otras tres plazas están cubiertas con personal interino. El programa informático del servicio de transcripciones es incompatible con la inmensa mayoría de los programas que utilizan los magistrados en sus despachos de la Audiencia o en sus domicilios particulares para redactar la sentencia. Esa situación comporta que cuando un magistrado entrega un disquete con una sentencia al servicio de transcripciones, en la mayoría de los casos no se puede abrir y la sentencia tiene que ser escrita por segunda vez. Hace 11 años la Audiencia tenía 48 magistrados agrupados en 16 secciones civiles y penales. Ahora son 68 magistrados en 18 secciones. El año pasado, todas esas salas dictaron 22.308 sentencias. De ellas, 17.731 fueron escritas por el servicio de transcripciones, que es común para todas las salas. De ese total, 6.740 sentencias se entregaron en disquete a ese servicio y el resto, con el clásico sistema de escritura a mano, el que predomina en la práctica totalidad de los juicios entre los secretarios judiciales. Las otras 4.577 sentencias dictadas ese año no pasaron ese trámite y fueron entregadas directamente en disquete por los magistrados a los funcionarios adscritos a su sección para que se notificaran a las partes. En el año 1997 el mismo servicio de transcripción copió 15.529 resoluciones y en 1996 otras 14.928, lo que da una idea del constante aumento del número de resoluciones que se dictan. El presidente de la Audiencia explica también que en los últimos años se habían producido situaciones de acumulación de sentencias por las deficiencias del sistema informático, aunque de menor importancia que la actual. La Generalitat insiste en pedir tiempo y recuerda que ha adelantado a este año el proceso de informatización previsto para el año 2001.
