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La UE intenta acabar con el monopolio de la FIA en la F-1

Después de dos años de investigaciones, la Comisión Europea decidió ayer abrir un proceso de infracción para intentar acabar con el monopolio que la Federación Internacional de Automovilismo (FIA) y Bernie Ecclestone ejercen sobre la fórmula 1 y, de forma indirecta, sobre otras competiciones de automóviles. La Comisión ha concluido que la FIA y Ecclestone ejercen una posición de abuso dominante.

La actuación de la Comisión Europea en la Fórmula 1 puede sentar un importante precedente en otras competiciones deportivas donde los organizadores tienen una gran tendencia a aniquilar la competencia. Es, desde luego, el caso del fútbol, donde los organismos internacionales como la UEFA y la FIFA dominan el mercado hasta el punto de coartar derechos como el recurso a la justicia ordinaria. El portavoz del comisario responsable de la política de la competencia, el belga Karel van Miert, anunció ayer oficialmente la apertura del procedimiento de infracción contra la FIA y contra dos empresas controladas por Ecclestone llamadas International Sportsworld Comunication (ISC) y Formula One (FAO), que se extiende al examen de los contratos que ligan a ambas partes, incluidos los de televisión. Según ese portavoz, la FIA, de la que Ecclestone es vicepresidente, es el único organismo que concede las licencias para que propietarios de circuitos, constructores, pilotos, organizadores de las pruebas o cualquier otro pueda participar en esas carreras. Aquellos que obtienen la correspondencia licencia se han de comprometer a no participar en ninguna competición que pueda hacerle la competencia a la FIA, que controla así un mercado muy lucrativo.

La FIA, que controla también todos los derechos de televisión, los ha cedido a ISC, controlada por Ecclestone, a través de un acuerdo llamado Concorde suscrito por la FIA, FAO y las escuderías. Este contrato tiene una duración de más de tres años, periodo que la Comisión Europea ha ido estableciendo en los últimos meses como el máximo aceptable en contratos de exclusiva que afectan a los derechos de televisión.

La Comisión ha llegado a la conclusión de que Ecclestone y la FIA tienen un monopolio de hecho en las pruebas de Fórmula 1 y en el sector automovilístico que se basa en las condiciones que ponen para otorgar las licencias de participación. La presión de la FIA llega hasta pagar a las televisiones para que no emitan pruebas que puedan hacer les la competencia.

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