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PENA CAPITAL PARA OCALAN

Turquía condena a morir en la horca al líder kurdo Ocalan por traición y separatismo

El Tribunal de Seguridad del Estado de Ankara, que juzgaba desde el pasado 31 de mayo al jefe de la guerrilla del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), Abdalá Ocalan, dictó ayer una condena de muerte por "traición y separatismo". "Yo no soy un traidor; he luchado por la unión de la patria", fueron las últimas palabras pronunciadas por el líder kurdo tras el cristal blindado de la sala en que ha sido procesado. Poco después, los familiares de las víctimas del terrorismo kurdo presentes en el juicio se ponían en pie y entonaban el himno nacional turco.

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La multitud que se había congregado en Mudanya, el puerto del mar de Mármara que sirve de único acceso a la isla-prisión de Imrali, donde se celebró la vista, estallaba también en gritos de júbilo y cánticos nacionalistas. Este pequeño pueblo se tiñó ayer del color rojo de cientos de banderas turcas que ondeaban al viento en señal de victoria. "Confiamos en que el Parlamento, en nombre de todos los turcos, apruebe ahora la sentencia de muerte para Ocalan", afirmó una de las muchas mujeres que, provistas de fotos de sus familiares muertos, expresaban su alegría al conocer la noticia. La decisión, tomada unánimemente por los tres jueces civiles que conforman el tribunal, parece llamada a satisfacer la sed de justicia exigida por la opinión pública turca y a colmar de orgullo a las esferas políticas del país, convencidas de que Turquía es capaz de juzgar democráticamente a sus más peligrosos criminales.

"El tribunal ha realizado correctamente su labor", aseguraba ayer el presidente de la República, Suleyman Demirel, mientras que el primer ministro, el socialdemócrata Bulent Ecevit, confiaba en que "el fallo de los jueces sea beneficioso para el pueblo turco".

Ocalan, al que se le permitió hacer una última y breve declaración tras conocer el veredicto, se mostró disconforme con la sentencia y aseguró haber luchado por una Turquía más unida. "A partir de ahora trabajaré para construir una paz honorable y una hermandad en el marco de una república democrática", añadió.

El líder kurdo culminaba con estas palabras una defensa que, en los últimos días del proceso, pasó de las excusas personales a los argumentos abiertamente políticos. Ocalan informó al tribunal de que había abandonado en 1993 la idea de constituir un Kurdistán independiente (territorio históricamente reclamado por el pueblo kurdo que comprende el sureste de Turquía junto a las zonas fronterizas de Siria, Irán e Irak), y abogó por los derechos del pueblo kurdo a manifestarse y recibir educación en su propia lengua en el marco de un Estado turco unitario.

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El jefe de la guerrilla kurda, que ha tratado de encarnarse como único mediador posible en el conflicto que enfrenta al Estado turco con la guerrilla separatista desde 1984, ha hecho, a lo largo del juicio, varios llamamientos al PKK para que abandonase la lucha armada, amenazando a Turquía con "más derramamientos de sangre" si finalmente se confirma la sentencia de muerte.

La respuesta de la cúpula del PKK a la sentencia no se ha hecho esperar. A través de un comunicado difundido desde Alemania, la guerrilla advirtió ayer de que "la sentencia abre la puerta a nuevos conflictos en Turquía y Oriente Medio, y supone un paso atrás al ignorarse los llamamientos a la vía pacífica", por lo que no descarta incrementar sus acciones violentas.

Por su parte, los abogados de Ocalan se lamentaron ayer del veredicto del tribunal y afirmaron que "no constituye ninguna sorpresa". Los letrados del líder kurdo albergaron hasta el último momento la esperanza de que el tribunal decidiera aplicar el artículo 59 del Código Penal turco, por el que se permite la conmutación de la pena de muerte por la de cadena perpetua en virtud del arrepentimiento del acusado.

Apelaciones

Sin embargo, la decisión de ayer dista mucho de ser irrevocable. Una larga cadena de procedimientos judiciales separa todavía a Ocalan de la horca. Los abogados de Apo (sobrenombre con el que se conoce a Ocalan) agotarán ahora el último cartucho y recurrirán la sentencia ante el Tribunal Supremo turco. Posteriormente, el veredicto deberá ser ratificado por mayoría absoluta en el Parlamento y rubricado en última instancia por el presidente de la República. Pero fuentes jurídicas apuntan a la posibilidad de que el Consejo de Seguridad Nacional (órgano que reúne a los jefes de las Fuerzas Armadas, a los principales ministros del Gobierno y al presidente de la República) ejecute la pena antes del 20 de julio.

No obstante, la espera podría dilatarse aún más, ya que los abogados de Ocalan han decidido apelar la decisión de los magistrados ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos, aunque su intervención sólo será posible cuando se hayan agotado todos los recursos internos.

El Parlamento turco, sin embargo, no ha aprobado ninguna condena de muerte desde 1984.

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