Australia inaugura el estadio de Sydney ganando a un equipo mundial
El estadio olímpico donde se disputarán las pruebas atléticas de los Juegos de Sydney, en el verano del año 2000, vivió ayer su primer partido de fútbol. Australia y una selección mundial inauguraron el recinto deportivo, con victoria del equipo local por 3-2 y una asistencia de 88.000 espectadores. En el partido estuvieron presentes también, como invitados especiales, 200 refugiados kosovares. El equipo australiano jugó con Mark Bosnich (Zeljko Kalac, m.55), Tony Vidmar (Kevin Muscat, m.65), Stan Lazaridis, Paul Okon, Alex Tobin (cap.), Tony Popovic (Hayden Foxe, m.71), Ned Zelic (Vince Grella, m.84), Mark Viduka (Aurelio Vidmar, m.45), Harry Kewell (Brett Emerton, m.56), John Aloisi y Steve Corica, bajo la dirección de Raúl Blanco. El equipo del Resto del Mundo contó con Bernard Lama (Jorge Campos, m.45), Rigobert Song, Julio Cesar, Murat Yakin (Matthew Le Tissier, m.78), Lucas Radebe (Javier Margas, m.45), Christian Vieri, Leonardo, Taribo West (Hany Ramzy, m.45), Ilia Tsymbalar (Winston Rufer, m.45), Okan Buruk y Jurgen Klinsmann (cap.) (Marco Branca, m.45), con Roy Hogdson como entrenador. Arbitró Masayoshi Okada (Japón).
Obtuvieron los goles el suizo Yakin, al cabecear un saque de esquina en el minuto 10 (0-1); Zelic, con un disparo desde 25 metros, en el minuto 46 (1-1); Emerton, a pase de Zelic (2-1); el chileno Margas, en propia meta (3-1); y Rufer, en jugada individual (3-2).
Australia fue el dominador territorial, y creó no menos de siete claras oportunidades de gol que fueron malogradas por la deficiencia en los remates de Viduka, Kewell, Lazaridis y Alosi o por las paradas providenciales del portero francés Bernard Lama, que tuvo una gran actuación.
El Resto del Mundo, por su parte, trató de contrarrestar el ímpetu local con un juego de pases cortos, buscando el contragolpe, y explotando la habilidad y visión del brasileño Leonardo.
