El poder del monitor
La dura acusación del fiscal contra Xavier Tamarit está precedida de un relato de sus antecedentes penales y sociales en el barrio del Raval. Así, en el escrito de acusación se recuerda que Tamarit fue condenado en enero de 1993 a tres penas de seis meses y un día de prisión y 18 años de inhabilitación por tres delitos contra la libertad sexual. Consiguió la condena condicional y no llegó a entrar en prisión, como suele ocurrir cuando la pena no supera los dos años de cárcel, a cambio de que no delinquiera durante cinco años. Pero no fue así y está en la cárcel desde el 21 de julio de 1997. Tamarit fue socio fundador y presidente del Casal dels Infants del Raval desde su constitución, en 1982. En él ejerció como monitor hasta 1988. Luego trasladó su actividad a la asociación de vecinos y después a la entidad Sida Estudi, hasta que fue detenido. La acusación pública relata que su condición de monitor le sirvió para ejercer "un poder absoluto" sobre alguno de los niños que acudían a esa entidad, hasta el punto de que "los sometía, debido a la diferencia de edad existente entre ambos". Según el fiscal, Tamarit era consciente y obtuvo partido de la pertenencia de los niños a "familias desestructuradas", que los colocaban en "situación de alto riesgo". Era así como lograba la confianza de los niños y después les entregaba pequeñas cantidades, pero muy importantes a esa edad y teniendo en cuenta ese ambiente familiar.