El Papa critica los desequilibrios sociales en Polonia
ENVIADA ESPECIALEl Papa pronunció ayer, cuarta jornada de su séptima visita a su patria, el primer discurso moderadamente crítico contra la Polonia capitalista, embarcada a toda máquina en un viaje hacia Occidente. En Elk, una población de 60.000 habitantes, Juan Pablo II advirtió a sus compatriotas de que el desarrollo y el progreso económico "no pueden realizarse a expensas del ser humano, limitando sus exigencias fundamentales". "Debemos recordar que el desarrollo económico del país tiene que tener en consideración la grandeza de la dignidad y de la vocación del hombre, que ha sido creado a imagen y semejanza de Dios", señaló ante unos 250.000 fieles.
En la misa había miles de católicos de la vecina Lituania, con el presidente de la República, Valdas Adamkus, a la cabeza, junto a a un pequeño contingente de rusos y bielorrusos. Karol Wojtyla alzó la voz contra una Polonia de dos velocidades, de enormes diferencias sociales, precisamente en Elk, en una región que esconde las mayores bolsas de pobreza del país.