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Entrevista:HÉCTOR VILLALBA CANDIDATO DE UV A LA GENERALITAT

"El PP trata de aniquilarnos para cimentar su hipotético éxito electoral"

Pregunta. Hace un par de años fijó el objetivo mínimo de su partido en lograr 12 diputados en las Cortes. ¿No firmaría con mantener los cinco que tiene ahora? Respuesta. Si los datos en los que basaba esa afirmación, que eran la estructura orgánica del partido y el conocimiento de la sociedad, no sólo se mantienen, sino que se han incrementado, porque tenemos estructura en toda la Comunidad y hemos pasado de 128 candidaturas municipales a 241, pues no firmaría. UV va a experimentar un crecimiento importante. P. En cambio las encuestas insinúan lo contrario. R. Toda la vida las encuestas han dicho lo contrario. No ha habido ninguna circunstancia electoral en la que las encuestas hayan dado a UV resultados satisfactorios. Si ahora las encuestas de los partidos dicen que podríamos obtener una horquilla de entre tres y cinco diputados, pues estamos duplicando el número de diputados. P. Son las primeras elecciones a las que UV concurre sin la figura de Lizondo, su fundador. R. Sí, pero UV tiene 16 años y ha concurrido a distintas circunstancias electorales en función de un programa y de un equipo de personas. Lo importante es el compromiso del partido, desde el nacionalismo valenciano, con la sociedad. Hay que desmitificar a las personas en la política. P. Da la sensación de que UV no ha terminado nunca de dar el paso que insinuaba para resituarse. R. UV es un partido con 16 años, en evolución. Un partido que ha ido amoldándose a las demandas y aspiraciones de la sociedad a la que sirve. El partido empezó en 1982 con un posicionamiento más regionalista y autonomista, pero desde el congreso de Cullera, en 1988, ya definió la Comunidad Valenciana claramente como una nación dentro de un Estado. Y ahora, en el congreso de Gandia, el partido se ha definido ideológicamente como nacionalista, de centro, liberal y progresista, que son los principales componentes de la sociedad valenciana. En ese sentido, UV ha evolucionado mucho, es la tercera fuerza política y será la formación que decida quién gobernará en la próxima legislatura. P. ¿El votante de UV también ha evolucionado tanto? R. Habrá que verlo el 13 de junio. Nosotros pensamos que sí: no solamente mantendremos al electorado fiel, sino que muchos de los votos que estaban de prestado en el PP y muchos de los decepcionados del PSPV tienen ahora la oportunidad de votar una fuerza propia. P. UV ha tenido incorporaciones, pero también ha sufrido fugas. R. Pero muy pocas. La proporción es infinitamente superior a la gente que se ha incorporado. Se fueron aquellos que primero fueron IPC y que luego se escindieron para ser Alternativa Valencianista. Se han convertido en partidos satélite del PP, con la única obsesión de dañar la imagen de UV. Detrás de ellos hay una gran fuerza motriz insufladora de dinero, y todo el mundo presume que es del PP. Luego ha habido algún caso puntual de personas que por debilidad han sucumbido a las compras de voluntades, pero no son más de una docena. Allá ellos. P. El caso de María Ángeles Ramón-Llin, ¿le ha dolido particularmente? R. El modo en que está actuando en el PP, tan sólo tres meses despúes de dejar UV, nos ha hecho olvidar cualquier sentimiento positivo que pudiéramos tener hacia ella. P. ¿Son las elecciones más sucias para UV? R. Nosotros denunciamos la actitud antidemocrática e indigna que el PP y Zaplana han tenido en la precampaña y durante el momento de la confección de las listas. Hemos sufrido un acoso sistemático con el objetivo de imposibilitar nuestras candidaturas. Tengo que felicitar a los candidatos de UV, porque lejos de lo que pretendía el PP, hemos duplicado las candidaturas municipales. El PP está tratando de cimentar su hipotético éxito electoral en la aniquilación de los adversarios. Y eso es atentar a la base elemental de la democracia. P. ¿No es esquizofrénica la situación de gobernar con un partido que te está apuñalando por detrás? R. Pero eso lo tendrá que justificar quien lo hace: el PP y Zaplana. Para UV esa actitud del PP ha sido un estímulo. Esa prepotencia dictatorial ha dañado la imagen de Zaplana. No se puede ser el representante de la España de las oportunidades y el adalid de un nuevo código de conducta moral y luego, en el día a día, posibilitar el peor de los comportamientos. Estoy convencido que en los últimos meses ha perdido muchas posibilidades de las que tenía para asumir altas responsabilidades en la estructura interna del PP. P. ¿No se ha obstinado UV en mantener el pacto a cualquier precio? R. No. En 1995, UV escuchó la voz del pueblo, que pedía un cambio. Y lo propiciamos. Había que dar estabilidad al Gobierno y sabíamos que cuando la sociedad comprobase la eficacia de nuestro programa, incrementaríamos la participación del partido. Hemos mantenido el pacto porque era beneficioso para la sociedad y productivo para el partido. P. ¿Y qué percibe ahora UV? R. Que la gente cree que las mayorías absolutas no son positivas. Si con mayoría minoritaria el PP ha querido imponer sus criterios utilizando métodos antidemocráticos, una mayoría absoluta del PP se podría convertir en la peor de las dictaduras.

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