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La Audiencia exculpa a los guardias que mataron a dos etarras del 'comando Vizcaya'

La Audiencia de Vizcaya ha cerrado definitivamente el caso de la operación de la Guardia Civil contra el comando Vizcaya de ETA, la noche del 23 de septiembre de 1997, en la que resultaron abatidos en el centro de Bilbao los dos liberados (a sueldo) del grupo terrorista Salvador Gaztelumendi y José Miguel Bustinza. El tribunal confirma que los agentes que intervinieron en la operación actuaron en legítima defensa ante una agresión ilegítima. Los jueces confirman el archivo ordenado en marzo del pasado año por el juzgado de instrucción número 2, en el que se señalaba que los guardias "trataron de detener" a los terroristas, pero, ante el ataque del que fueron objeto, "se vieron en la obligación de repelerlo".Herri Batasuna calificó entonces la operación de "emboscada" y tildó la actuación de los guardias civiles de un ejemplo más de la "política de tirar a matar" que impera en el instituto armado. El ministro del Interior, Jaime Mayor, en su comparecencia parlamentaria cinco días después de los hechos, aseguró que los disparos "estuvieron plenamente justificados" y que los agentes "no tuvieron más remedio" que hacer uso de sus armas. En esta misma comparecencia, el representante del PNV, Joxe Joan González de Txabarri, también indicó que la Guardia Civil se había limitado a ejercer su "legítima defensa". Justo lo que acaba de confirmar la sección primera de la Audiencia vizcaína, en un auto del que es ponente el magistrado Antonio Giménez Pericás.

La resolución desmonta los tres motivos invocados en el recurso por los abogados en representación de los familiares de los dos terroristas: la falta de diversas diligencias por parte del juez instructor, la desproporción policial y la contradicción entre los testimonios de los guardias imputados y los de los vecinos que viven en la calle Amistad, donde se produjo la operación.

Varios vecinos aseguraron que los dos etarras nunca empuñaron sus armas e incluso que "pidieron a gritos ayuda y que cesaran de tirotearlos". Pero la Audiencia argumenta que el instructor realizó una "síntesis analítica" de los diferentes testimonios, y considera que no procedía realizar más pruebas porque las instrucción estaba agotada. Finalmente, apunta la "proporcionalidad de los medios empleados". "La reacción del grupo operativo es proporcional a la mera exhibición de las armas por aquellos a quienes se les tiene como diestros integrantes de un comando terrorista", señala el auto.

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