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Molins asegura que CiU está dispuesta a entenderse con quien sea

El candidato de CiU a la alcaldía de Barcelona, Joaquim Molins, exhibió ayer como aval para impulsar Barcelona su capacidad de "entenderse con quien sea para defender los intereses de la gente". Molins aseguró que el actual gobierno municipal no puede acabar las grandes obras de la ciudad "porque es incapaz de llegar a acuerdos con otras administraciones". Molins agregó: "Sólo CiU puede construir una ciudad imparable porque somos el eje central en la política de Cataluña y en Madrid".

Joaquim Molins, en un mitin en la Barceloneta, mantuvo que "el gobierno municipal está aislado políticamente, no tienen ningún aliado, y además los socialistas están peleados entre ellos". Por eso reclamó la necesidad de un cambio de gobierno en el Ayuntamiento que saque a la ciudad de su "estancamiento". Impulsar Barcelona significa, para Molins, convertirla en "una capital económica y cultural para sus habitantes y no para los turistas". Para conseguirlo, propuso aumentar las ayudas asistenciales a la gente mayor; construir más guarderías "para que la mujer pueda escoger su proyecto de vida"; ampliar la ronda Litoral con un carril más por cada sentido, con una pasarela que una la Barceloneta con el parque de la Ciutadella; crear trabajo y pisos para los jóvenes. Molins se comprometió a conseguir "como mínimo" 500 viviendas asequibles cada año. Además, "para ayudar a la buena convivencia", Molins propuso crear una policía de barrio "porque los efectivos de la Guardia Urbana son insuficientes". Como es habitual en todas sus intervenciones públicas, Molins ha iniciado su discurso criticando al alcalde de Barcelona, Joan Clos, por negarse a aceptar un debate público con él a pesar de que "muchas televisiones y emisoras de radio lo han pedido". Las críticas a Clos vinieron también desde el aspecto económico, ya que le acusó de querer sacar dinero con todo: "En Barcelona es un lujo aparcar y el año pasado la Sociedad Municipal de Aparcamientos obtuvo 700 millones de pesetas de beneficio", afirmó. Pero no todas las quejas llegaron del Molins de carne y hueso. En el guiñol convergente que acompaña al candidato se acusó al PSC de convertir Barcelona en una "ciudad de especulación económica". En el primer fin de semana de campaña electoral, Molins buscó el contacto con los ciudadanos. El mitin del alcaldable nacionalista, en el que también intervinieron la número dos de la lista, Magda Oranich, y el presidente de Unió, Joan Rigol, se desarrolló en el marco de la Fiesta de Primavera de CDC.

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