_
_
_
_
_

Un regidor con doble militancia

,Yernes y Tameza es uno de los más pequeños municipios asturianos (31,35 kilómetros cuadrados), el de menor población (unos 200 habitantes) y el último en renta per cápita. Pero cuenta con el insólito privilegio de disponer de un alcalde, José Ramón Fernández, afiliado a dos partidos: al PP y a la Unión Renovadora Asturiana (Uras), escindido del anterior tras la grave crisis interna de los populares. Pese a su pequeñez, Yernes y Tameza es un concejo de política tan compleja como su perfil orográfico. Tras la muerte, en 1995, de su histórico y sempiterno alcalde democrático, Valeriano Lorenzo, un comunista reelegido con la lista socialista tras distanciarse de IU, este municipio agrícola y ganadero, distante 47 kilómetros de Oviedo, entró en un periodo de inestabilidad. La alcaldía recayó en Javier Suárez, un independiente que había concurrido con el PSOE, pero que en 1996 se pasó al Partíu Asturianista (PAS). Luego, en 1997, el PP se alzó con ella con una moción de censura en la que contó con un tránsfuga socialista.

Tomó entonces posesión el tercer regidor del mandato, José Ramón Fernández, trabajador de la siderurgia, quien, al estallar la crisis del PP asturiano, hace un año, participó en el movimiento a favor del presidente del Principado, Sergio Marqués, y se afilió en febrero pasado a la Uras.

"Presiones brutales"

Más tarde, el 8 de mayo, Fernández no acudió a la presentación de las candidaturas de la Uras, pero sus responsables estaban persuadidos de que encabezaría la de Yernes y Tameza. Dos días después, sin embargo, tuvieron conocimiento de que lo haría por el PP."Cada cual es muy libre de ir con el partido que quiera, pero no supimos que se iba con el PP hasta el último día hábil para presentar las listas. Comportamientos así te disgustan. Tuvimos que sustituirlo sobre la marcha", declara el secretario general de la Uras, Salvador Fuente, quien exhibe la ficha de afiliación de Fernández: "No nos ha comunicado su baja". Del PP nunca llegó a irse, dice su secretario general, Reinerio Álvarez.

La Uras y el PP se acusan, pues, de haber sometido a Fernández a "presiones brutales". En el Ayuntamiento nadie coge el teléfono. Un contestador anuncia que la atención al público se limita a cuatro horas a la semana en las tardes de los martes y los viernes.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_