La oferta de compartir los sondeos con todos los grupos no frena las críticas a Siurana
El alcalde de Lleida, el socialista Antoni Siurana, ofreció ayer a todos los grupos municipales compartir los sondeos electorales encargados por la Paeria. La oferta fue rechazada por la oposición, que aprovechó el pleno extraordinario celebrado ayer para debatir sobre la polémica de los sondeos realizados por la concesionaria de servicios de limpieza, Seinsa, para pedir la dimisión del alcalde y su renuncia como candidato a la reelección. El portavoz de CiU, Josep Varela, le dijo que debería hacer como Josep Borrell.
La esperada sesión, que estuvo marcada por la crispación y por las descalificaciones mutuas, no sirvió prácticamente para nada, ya que el equipo de gobierno, formado por el PSC e IC-V, no aclaró ninguna de las dudas que planeaban sobre el escándalo de los sondeos, como el número de encuestas realizadas y el dinero que pagó por ellas el consistorio. Los grupos de la oposición, CiU, PP y ERC, sólo pudieron ver un cuarto de hora antes del pleno el sondeo correspondiente a 1995, hecho que motivó la protesta enérgica de sus portavoces. Siurana reiteró que desconocía la existencia de las encuestas, aunque las justificó diciendo que eran para detectar posibles anomalías en el servicio de limpieza. Ante ello, la oposición le reprochó al alcalde que con fondos públicos se hubieran pagado unas encuestas cuyos resultados fueron utilizadas de forma partidista y privilegiada por el grupo socialista. La Fiscalía de Lleida ha encontrado en ello indicios de una presunta malversación de caudales públicos y ha enviado las diligencias del caso al Tribunal Superior de Justicia de Cataluña al ser Siurana persona aforada, dada su condición de diputado autonómico. El convergente Varela criticó con una dureza inusitada a Siurana, a quien responsabilizó del clima de crispación política que existe en la ciudad a raíz de los escándalos de la basura y de las encuestas. Varela le recordó que está acusado de un presunto delito de malversación de caudales públicos y le pidió que siga el ejemplo del ex candidato socialista a la presidencia del Gobierno español, Josep Borrell. "Su actuación en este asunto nos avergüenza a todos y le pedimos que dimita para que el aire político de esta ciudad sea más respirable", subrayó el convergente. El concejal republicano Xavier Sáez que fue el primero en denunciar la existencia de las encuestas, reiteró que está probado y demostrado que los leridanos "han estado pagando durante 10 años las encuestas políticas de la alcaldía y del grupo municipal socialista a través del recibo de la basura". Sáez reveló que, en diciembre de 1997, un colaborador directo del alcalde le enseñó una de las encuestas y le dijo que era del PSC. Al final del pleno, Siurana, ante la insistencia de su socio de gobierno, accedió a pedir disculpas a los miembros del consistorio por el tema de las encuestas. Siurana calificó la sesión de "juicio político" contra su persona y lamentó el nivel de agresividad demostrado por los portavoces de la oposición, a quienes recriminó que no le hubieran defendido ante las graves acusaciones de financiación ilegal del PSC realizadas por el concejal republicano. "Aún espero sus voces demócratas respondiendo a las acusaciones", dijo apenado. La falta de unanimidad hizo que no se aprobara una propuesta del equipo de gobierno para que, a partir de ahora, todos los sondeos que se hagan desde del Ayuntamiento y de las empresas municipales estén a disposición de todos los grupos.
