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Voet entrega al juez Keil las agendas del 'caso Festina'

Las agendas en las que Willy Voet, el masajista procesado del Festina, anotó durante años los productos dopantes que administraba a los ciclistas, están ya en manos de Patrick Keil, el juez que instruye el gran caso del dopaje en el ciclismo. Las recibió ayer, coincidiendo con el careo organizado en los juzgados de Lille entre Bruno Roussel, Jean Marie Leblanc, Roger Legeay y Daniel Baal.Las malas lenguas dicen que Willy Voet ha esperado a terminar un libro escandaloso (saldrá a la venta el 18 de mayo) sobre sus andanzas durante décadas en el mundo ciclista antes de entregar sus agendas al juez, pero ello no empece para que sus explosivas y cuidadosas anotaciones de todos los productos dopantes que administraba a los corredores del Festina (Virenque, Hervé, Brochard, Moreau...) sean una prueba de peso y que le sirva al juez Keil para acelerar la instrucción del caso Festina. Servirán, además de para acusar a Virenque, que ha negado siempre haberse dopado, para la defensa de los responsables del Festina: los nombres que no aparecen en los papeles acabarán mostrando que en el equipo francés no era el dopaje asignatura obligatoria.

Voet, Eric Ryckaert (médico del equipo), Roussel y Virenque son parte de los imputados por el juez Keil en un sumario que comenzó a instruirse en julio, durante el Tour, centrado en un principio en el equipo Festina, pero que se ha extendido en el tiempo y en el espacio. Nuevos implicados se han ido sumando alcanzando finalmente los ámbitos dirigentes: el ciclista italiano Rodolfo Massi, el médico del ONCE Nicolás Terrados, el presidente de la federación francesa, Daniel Baal, y el director del Crédit Agricole y de la asociación francesa de equipos, Roger Legeay.

Los cargos contra los dirigentes parten de las reflexiones de Roussel, quien siempre ha mantenido que las prácticas que se revelaron en el Festina también se llevaban a cabo en otros equipos y que todos los responsables del ciclismo estaban al corriente de ellas.

Estas afirmaciones se colocaron ayer sobre la mesa en el careo organizado por Keil entre Roussel, Legeay, Baal y Jean Marie Leblanc, director del Tour, que fue citado como testigo. "Hemos empezado a reventar el forúnculo", señaló metafóricamente el abogado de Roussel al salir del Palacio de Justicia de Lille. "En él se han abordado todos los temas y prácticas en el mundillo ciclista".

No deja de ser el primer punto fuerte de un mes de mayo que se anuncia decisivo en el futuro del sumario. El lunes están citados para un nuevo careo Roussel, Voet y Virenque. Y también el lunes acudirá a declarar como testigo Hein Verbruggen, presidente de la UCI. Según algunos analistas, lo más probable es que si el juez Keil mantiene la lógica que le ha llevado a imputar a Baal y Legeay en un delito de dopaje, nada le impediría incluir en el paquete al máximo dirigente del ciclismo mundial.

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