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El cine español acapara cuatro galardones en el Festival de Miami

Mararía obtuvo el premio a la mejor película

La filmografía española arrasó en la entrega de premios del III Festival de Cine Hispano de Miami, que se clausuró la noche del viernes. Cuatro de las cinco Garzas de Oro fueron a parar a manos españolas por la mejor película, Mararía; mejor guión, Mátame mucho; mejor actriz, Elvira Mínguez, y mejor actor, Santiago Ramos.El galardón al mejor director recayó en el colombiano Víctor Gaviria por la La vendedora de rosas, una historia de amor, soledad y lucha por la supervivencia en los submundos de la infancia callejera de Medellín, protagonizada por verdaderos niños indigentes, que bajo la "extraordinaria dirección de Gaviria hicieron una excelente interpretación sin dejar de ser ellos mismos", en opinión del jurado del certamen.

Los sueños perdidos, una boda frustrada y un trágico accidente llevan a Mararía a inmolarse por su locura y a Fermín a descender a la soledad y tristeza más profundas, perdido en el silencio de la vida diaria en la isla de Lanzarote. Mararía, dirigida por Antonio José Betancor y basada en la novela original de Rafael Arozamena, despertó el entusiasmo del público y del jurado que unánimemente le otorgó el premio.

"Es de una belleza extraordinaria, es telúrica y evoca el mundo de las tragedias lorquianas pero sin caer en el folclorismo. Sencillamente, no tenía oponente en el festival", comentaba tras la entrega de premios Orlando Alomá, crítico de cine y uno de los cinco miembros del jurado.

Gabriel Villanueva y José Angel Bohollo obtuvieron la Garza al mejor guión por Mátame mucho, una película de enredo cómico que comienza con una mujer cataléptica que se despierta en los brazos de dos pobres diablos que se hacen pasar por su marido y su hijo. La actriz Elvira Mínguez ganó por su interpretación en Me llamo Sara, y Santiago Ramos por su papel en Gracias por la propina.

Exaltación hispana

En la muestra concursaron 35 largometrajes y cuatro cortos en representación de siete países, todos realizados, dirigidos e interpretados por hispanos. Es precisamente la exaltación de los valores cinematográficos hispanos en Estados Unidos el propósito con el que surgió este festival hace tres temporadas, sólo con el idealismo y el tesón de un arquitecto español afincado hace un cuarto de siglo en EE UU, Jaime Angulo.La única nota amarga del festival ha sido la falta de apoyo económico de las instituciones españolas, según Angulo. "Nos gustaría promover al máximo el cine español, pero para eso necesitaríamos la cooperación desde las productoras hasta el Gobierno español e Iberia. La Sociedad General de Autores Españoles (SGAE), por ejemplo, no nos ha ayudado nada y todo lo hemos tenido que hacer con fondos privados", se lamenta.

Una muestra del potencial del festival ha sido los cerca de 15.000 espectadores que han desfilado por las cinco salas de exhibición.

La cinematografía que concursó en esta edición provino de Argentina (cuatro), Colombia (dos), Chile (uno), México (cuatro), Perú (uno) y Venezuela (tres), además de los 19 españoles y cuatro cortometrajes.

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