El retraso del calendario electoral trastoca el proyecto
El calendario previsto para lograr que el agua llegara a Barcelona en el 2006 se iniciaba en el segundo trimestre de 1999 porque la Sociedad de Estudios y de Promoción del Acueducto (SEPA) creía que las elecciones catalanas serían en primavera. Pero la decisión del presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, de retrasar la fecha de los comicios autonómicos para otoño es, en opinión de los franceses, un motivo de preocupación en este aspecto. Y es que los empresarios de uno y otro lado de los Pirineos lo tienen muy claro, pese a que los discursos oficiales insisten en la solidaridad intereuropea y supranacional. Lo cierto es que cada día que pasa, millones de litros de agua que pueden ser vendidos se los traga el Mediterráneo. Los análisis de la SEPA auguran que en el 2005 se empezarán a detectar los primeros déficit serios de agua en los ríos de la cuenca central de Cataluña. La misma sociedad que promociona el trasvase del Ródano señala que al menos serían necesarios cerca de seis años y medio para que la ciudad de Barcelona fuera abastecida con normalidad por el río francés. El proyecto que defiende la SEPA tiene como objetivo "mejorar las condiciones de vida de las generaciones futuras en el Languedoc-Roussillon y en Cataluña", y lograr en el caso catalán que se reequilibren los acuíferos actualmente sobreexplotados y que se reserve para los ríos Ter y Llobregat un caudal mínimo ecológico que permita la recuperación de sus corrientes. El protocolo firmado por los empresarios franceses y españoles el pasado 18 de abril en Nimes tiene como objetivo "presionar" a los representantes políticos para acelerar las obras del trasvase del Ródano. En la reunión que mantuvieron los representantes de las cámaras de comercio de Cataluña y de la región francesa del Languedoc-Roussillon también coincidieron en calificar de " estratégico" el proyecto del tren de alta velocidad (AVE).
