El referéndum italiano para la reforma electoral queda invalidado

Las primeras proyecciones de voto daban anoche por válido el referéndum celebrado en Italia para cambiar la ley electoral. Sin embargo, el Ministerio del Interior confirmó esta madrugada que apenas un 46,9 % de los casi 50 millones de ciudadanos convocados a las urnas participaron en la consulta. El referéndum queda invalidado ya que la ley italiana exige que la mitad del censo participe para tener en cuenta el resultado.

El quórum se habría alcanzado por los pelos, según las estimaciones de la sociedad Abacus, dadas a conocer anoche por la televisión pública italiana, RAI. Y la supuesta participación del 52% de los votantes solucionaba una cuestión considerada de vital importancia para el desarrollo de las reformas constitucionales en el país, pero que ha perdido protagonismo con el estallido de la guerra en Kosovo. Pero las peores expectativas se cumplieron. El abstencionismo, del 50,4%, acabó con el incipiente proceso de reformas constitucionales. El suspense sobre si se alcanzaría o no el quórum requerido (la mitad de los votantes convocados más uno) se mantuvo hasta mucho después del cierre de los colegios electorales a las diez de la noche.

Cierto es que el 90% de los votantes, según el sondeo de Abacus, dieron el "sí" a la reforma del sistema electoral, pero eso ya no significa nada para el comité organizador, dirigido por el ex político democristiano Mario Segni, y por el ex magistrado de Manos Limpias, Antonio Di Pietro.

Junto a los promotores, las principales fuerzas políticas italianas que han pedido el sí en este referéndum, que propone hacer más mayoritario el actual sistema electoral, han sido el Partido de los Demócratas de Izquierda (DS), y el derechista Alianza Nacional. Forza Italia, principal partido del centro-derecha, se ha mostrado indiferente a la consulta.

La influencia de la guerra

Anoche, los líderes de los tres grupos más furibundamente contrarios a la abolición de la cuota proporcional, Franco Marini, secretario general del democristiano Partido Popular Italiano, Armando Cossutta, presidente del Partido de los Comunistas Italianos, y Fausto Bertinotti, líder del Partido de Refundación Comunista, interpretaron la elevada abstención en el referéndum como una muestra del rechazo masivo a la guerra en el Kosovo. El líder de Alianza Nacional, Gianfranco Fini, uno de los promotores del sí,reconoció que, efectivamente, la guerra había enfriado el entusiasmo de los italianos por una consulta que esperaban acabase con el reinado de los partitini, es decir de las más de 45 formaciones políticas que, a su juicio, dificultan el desarrollo de la vida política nacional y hacen inestables los sucesivos Gobiernos. De momento, el triunfo del no representa la frustración del primer paso para la abolición de la papeleta con las listas de los partidos en las elecciones a la Cámara baja, que servía para distribuir el 25% de los escaños. Es decir 155 del total de 630 escaños de la Cámara de Diputados.