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CCOO se prepara para abrir el proceso de sustitución de Gutiérrez

Comisiones Obreras empieza a poner en marcha los engranajes para el congreso confederal que debe aprobar el relevo como secretario general de Antonio Gutiérrez, que ha agotado los tres mandatos estatutarios. El proceso se inicia con cierto retraso y todas las incógnitas abiertas. El sector mayoritario baraja dos fechas para celebrar el congreso, y se debate entre varios candidatos para el nuevo liderazgo.

Los mejor colocados en estos momentos son Ignacio Fernández Toxo, secretario general de la federación del metal, y José María Fidalgo, secretario de política institucional de la dirección confederal. Fernández Toxo responde al perfil clásico de dirigente obrero, mientras que la opción de Fidalgo, médico traumatólogo, supondría la inusual llegada de un profesional de "cuello blanco" al frente de un sindicato de clase. Junto a ellos, y con menos posibilidades, están los nombres de Rodolfo Benito, líder de la unión territorial de Madrid; Fernando Puig, secretario confederal de acción sindical, y María Jesús Paredes, secretaria general de la federación de banca.

Decisión de la mayoría

Formalmente no hay ningún candidato, y las opciones citadas, de momento, sólo se han barajado en pequeños cenáculos sin que nadie se atreva a hacer una propuesta firme. Una indecisión que no beneficia a la corriente mayoritaria, pese a que su intención es llevar un candidato único al congreso y que el nombre se decida por consenso entre todos los dirigentes, incluidos los que forman parte de la dirección confederal y los que están al frente de las uniones territoriales y federaciones de industria. Ese dilema se complica aún más con la propuesta de una parte de la corriente mayoritaria de retrasar el congreso, que toca a finales de enero del año 2000, y de hecho está reservado para esas fechas el Palacio de Congresos de Madrid. El argumento es que la tarea de la organización consiste ahora en volcarse en la celebración de las elecciones sindicales, y por ello debería aplazarse el congreso a mayo o junio.

Esa propuesta se podría plantear este martes, en la reunión del consejo confederal, pese a que no está en el orden del día. De hecho, algunos dirigentes piensan proponerlo, aunque Antonio Gutiérrez y el secretario de organización, José Manuel de la Parra, pretenden que eso no se decida hasta el consejo de junio.

Para el sector crítico, el retraso del congreso sería "antiestatutario", y Salce Elvira sostiene que sólo estaría justificado en una situación de emergencia. El argumento de las elecciones sindicales en ningún caso le convence, porque para el próximo mes de junio el proceso estará prácticamente agotado y, además, en el anterior congreso también se dio esa coincidencia. En todo caso, la minoría que lidera Agustín Moreno no apoyará a ninguno de los candidatos oficiales, salvo que sea "una persona decidida a normalizar el sindicato y a acabar con la etapa de represión". Hasta ahora tan sólo les han llegado mensajes muy vagos e indirectos por parte de alguno de los precandidatos.

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