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OFENSIVA ALIADA CONTRA SERBIA

Blair: "Una fuerza de invasión no es una alternativa"

Tony Blair, primer ministro británico, descartó ayer el envío de tropas de tierra a Kosovo para frenar la intensa campaña de limpieza étnica emprendida por el presidente serbio, Slobodan Milosevic. "Una fuerza de invasión de la OTAN no es una alternativa", señaló el líder laborista en un artículo en las páginas del dominical The Sunday Telegraph. Blair justifica su negativa en términos logísticos. Las unidades de las fuerzas de la OTAN tardarían "semanas" en estar preparadas, y durante ese espacio de tiempo, señala el primer ministro, "el vaciado de Kosovo continuará". El ministro de Exteriores, Robin Cook, mantuvo la misma línea durante sus intervenciones en los medios de comunicación: "No podemos montar rápidamente una expedición de ofensiva. Eso nos llevaría meses". El jefe de la diplomacia británica calcula que se necesitaría un contingente muy elevado de tropas de tierra -superior a los 35.000 soldados estimados para controlar un potencial plan de paz- para llevar a cabo con éxito una campaña militar sobre el terreno.

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Intensificar los bombardeos

Londres, por tanto, defiende la intensificación de los bombardeos sobre posiciones serbias "durante el tiempo" que sea necesario y sin ceder a los intentos de chantaje de Milosevic. "Si cree que su táctica de terrorismo étnico e ingeniería demográfica va a funcionar ha infravalorado fundamentalmente nuestra resolución. Milosevic lleva 12 años aterrorizando a la gente de la región. Nosotros no le frenaremos en 12 días, pero perseveraremos hasta que lo consigamos. No pararemos hasta que el trabajo esté hecho", escribe Blair.Frente a la oposición del Gobierno crece la corriente de opinión que defiende el envío de tropas británicas a Kosovo. En la última encuesta, publicada ayer por The Sunday Times, el 66% de los consultados apoya la presencia de unidades del Ejército de Tierra en la zona, frente al 22% que la rechaza. El pasado viernes, en un sondeo del diario The Guardian, la relación se establecía en el 58% contra el 34%, y una semana atrás, en el 51% frente al 43%. Además, un 53% de los entrevistados entre el 1 y el 2 de abril considera que vale la pena poner en riesgo la vida de los soldados británicos para asegurar la paz en Kosovo.

Una serie de personalidades del mundo de la política, las letras y el Ejército ejerce presión para que los líderes de la OTAN extiendan la campaña al terreno y frenen lo que el arzobispo de Canterbury, George Carey, máxima autoridad eclesiástica del Reino Unido, ha llamado "la crucifixión de Kosovo" en su sermón del Domingo de Pascua. Entre ellos destacan Paddy Ashdown, líder del Partido Liberal Demócrata; David Owen, mediador en la guerra de Bosnia, o el general Michael Rose, comandante de las fuerzas de la ONU en Bosnia en 1994 y 1995. En contra de la ofensiva contra Yugoslavia se suman políticos nacionalistas, como el escocés Alex Salmon; laboristas, Tony Benn entre ellos; los conservadores lord Carrington o Alan Clark, así como historiadores y literatos.

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