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El Ayuntamiento de Lleida rompe con el concesionario de basuras

,El pleno del Ayuntamiento de Lleida aprobó ayer, únicamente con los votos del equipo de gobierno, rescindir el contrato con Seinsa, la empresa concesionaria del servicio de limpieza y recogida de basuras de la ciudad, por haber trasladado clandestinamente al vertedero municipal de Serra Llarga más de 14.000 toneladas de residuos urbanos procedentes de Tarragona y Valencia sin autorización del consistorio. El pleno se desarrolló en medio de un clima muy crispado y tenso, y se ha convertido sin duda en la sesión más polémica de las celebradas en la última legislatura.

La propuesta de resolución del contrato con Seinsa, filial de Fomento de Construcciones y Contratas (FCC), sólo obtuvo el respaldo del grupo socialista y de su socio de gobierno, Iniciativa per Catalunya-Verds (IC-V), a pesar de que inicialmente ése era también el sentimiento de la oposición. Sin embargo, el concejal de Esquerra Republicana (ERC), Xavier Sáez, que fue el primero en denunciar las irregularidades de la empresa, votó en contra después de haber mantenido un agrio enfrentamiento dialéctico con el alcalde, Antoni Siurana; el PP se abstuvo y los siete concejales de Convergència i Unió (CiU) abandonaron la sala de plenos antes de efectuarse la votación. El portavoz de la coalición nacionalista, Josep Varela, denunció durante su intervención las prisas del equipo de gobierno por querer cerrar cuanto antes la polémica sin haber profundizado en la investigación de los hechos. "Este asunto no puede acabar con un carpetazo, ya que siguen las sospechas de una connivencia del equipo de gobierno con Seinsa, ha faltado transparencia desde el primer día y se deben exigir responsabilidades económicas a la empresa por los daños ocasionados con sus vertidos ilegales", afirmó Varela. El PP y ERC también esgrimieron argumentos parecidos para no respaldar al equipo de gobierno. Entienden estos grupos que la medida de rescindir el contrato con Seinsa es insuficiente y debería hacerse extensiva a las otras dos empresas del grupo, Parcosa (estacionamiento en zona azul) y Aigües de Lleida. En el pleno de ayer se reflejó el malestar que existe en la ciudad desde que el concejal republicano destapó, el pasado 4 de febrero, el que ya se conoce como "escándalo de las basuras". Desde entonces los grupos de la oposición se han mostrado muy beligerantes con el equipo de gobierno y, de forma especial, con Siurana, a quien han pedido que dimita al considerarle responsable de las irregularidades de la concesionaria por falta de control y exceso de confianza.

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