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Westendorp amenaza a los ultranacionalistas serbios de Bosnia con ilegalizar su partido

El alto representante de la comunidad internacional para Bosnia-Herzegovina, el ex ministro de Asuntos Exteriores español Carlos Westendorp, reconoce que la decisión de destituir al presidente de la República Srpska (de los serbios), el ultranacionalista Nikola Poplasen, "fue algo muy doloroso, pero tuve que tomarla". Westendorp, en una entrevista concedida a EL PAÍS, en su oficina de Sarajevo, afirma que lo hizo "para evitar males mayores". "Creo que fue una decisión acertada". No se recata en afirmar que también Hitler resultó elegido en unas elecciones democráticas.

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Una decisión equilibrada

El alto representante no excluye la posibilidad de ilegalizar el partido de Poplasen: "Yo ya se lo comuniqué. Está en las conclusiones de la conferencia de Madrid [sobre Bosnia, el pasado diciembre]".El diplomático español considera que "en muchas democracias occidentales hay procedimientos de destitución cuando los presidentes actúan de forma ilegítima. En el caso de Bosnia-Herzegovina está previsto en el acuerdo de Dayton, que es la ley suprema por encima de cualquier Constitución. También Hitler fue elegido en unas elecciones democráticas. Aquí la gente tiene la idea de que, una vez elegido, puede hacer lo que le da la gana y pasarse Dayton por la entrepierna. Y eso no es, porque Dayton es la paz". No cree el diplomático español que la destitución tenga un efecto bumerán y provoque lo contrario de lo que se desea: "El pueblo de la República Srpska ya es un pueblo maduro y sabe que el presidente Poplasen estaba actuando en contra de los intereses del pueblo. No estaba actuando como presidente, sino como hombre de partido y había dado un golpe de Estado. [Hacer] dimitir al primer ministro en funciones e intentar suplantarlo por otro en funciones es técnicamente un golpe de Estado. Había que pararlo y el pueblo lo entiende perfectamente".

No está de acuerdo Westendorp con la visión apocalíptica de una República Srpska (RS) sin Gobierno y partida en dos por el laudo que dejó la ciudad de Brcko bajo una administración conjunta y no en manos de los serbios. Para Westendorp, "existe un vicepresidente, que no ha rechazado el puesto y no hay un vacío; hay un primer ministro en funciones". Asegura además que la casi simultaneidad de la destitución de Poplasen y el laudo sobre Brcko es pura coincidencia: "Yo sabía que iba a venir un laudo sobre Brcko, y esta vez era la definitiva. Se pensaba que podría ser en la primera mitad de marzo, pero no sabíamos que iba a venir el día 4. El momento de la decisión sobre Poplasen me lo impuso él mismo. Él dio 48 horas para el golpe de Estado contra Dodik, y yo tenía que actuar antes. Ha sido una pura coincidencia, porque se tomaron las decisiones por dos personas independientes. Yo recibí la comunicación del laudo, cuando ya había tomado la decisión de destituir a Poplasen".

Westendorp informó a los representantes de las organizaciones internacionales presentes en Bosnia-Herzegovina, como las fuerzas de estabilización de Sfor, las organizaciones de la ONU como ACNUR, etcétera. Según Westendorp, "les pareció bien y también a los Gobiernos del Grupo de Contacto , aunque no tuve la aquiescencia de todos los países. Se venía consultando, y la gran mayoría dio la bendición". Rusia manifestó su total desacuerdo con la destitución de Poplasen.

Tropas internacionales

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La decisión sobre Brcko exige la presencia de tropas internacionales, según Westendorp, "por largo tiempo. La misma decisión dice que Brcko queda bajo supervisión internacional, hasta que todo esté calmado. Conociendo los Balcanes, pienso que eso va a tardar un poco de tiempo. Eso implicará una presencia de tropas, y hay que decirlo claramente, que nadie se haga ilusiones de que esto puede resolverse en uno o dos años". Westendorp no cree que se imponga el irredentismo serbio: "El país no está dividido. Está perfectamente continuo, no hay ninguna división. La línea divisoria es una línea virtual, en cuanto haya libertad de movimientos. Es pura propaganda. La RS está intacta, incluso más próspera". Tampoco piensa que se vayan a quedar con la parte oriental de Brcko: "Los radicales ya están en la parte oriental, y lo que están intentado es, si no pueden controlar toda la RS, quedarse con su feudo aquí en las montañas. Eso es ilegal, eso es contra Dayton, y no vamos a permitir una ruptura de la RS".La existencia de una tenaza contra el presidente yugoslavo, Slobodan Milosevic, entre Kosovo y Bosnia, no le parece acertada: "Lo que hay es un pulso de Milosevic contra la comunidad internacional y es Milosevic quien ha intentado desestabilizar la RS. Yo sigo de cerca lo que pasa en Kosovo, pero no tengo ningún proyecto maquiavélico de hacer las cosas en Bosnia pensando en lo de Kosovo. Para mí, son dos temas independientes".

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