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28 DE FEBRERO 19 años después

Se cumplen 19 años desde que los andaluces y las andaluzas fuimos convocados a referéndum por la autonomía y el Estatuto de Andalucía. Un referéndum que, como recordaremos, incluía su trampa para que no alcanzáramos la vía del artículo 151 de nuestra Constitución, y que consistía en que cada una de las ocho provincias andaluzas por separado superara el 50% de los votos afirmativos, no el conjunto de Andalucía. Se desvirtuaba así el ejercicio democrático del conjunto de los andaluces, fragmentando en ocho trozos la unidad de Andalucía. Aquello fue una jugada sucia de la derecha que, no obstante, los andaluces superamos a fuerza de lanzarnos a la calle y reivindicar nuestro derecho a contar con la vía más rápida para la autonomía que establece el artículo 151, frente a la del artículo 143 de la Constitución. Aquella lección democrática y de lucha pacífica que dimos los andaluces y andaluzas para alcanzar la autonomía hace que podamos pregonar que contamos con una autonomía conquistada y no otorgada, a pesar de aquella actitud de la derecha que hizo cuanto pudo para burlar la voluntad de los andaluces. Actitud que la derecha que hoy vuelve a gobernar en nuestro país viene a repetir negando el censo real, no reconociendo algo tan tangible como que la población suma cerca de 400.000 ciudadanos y ciudadanas más que hace 10 años, lo que supone quitarle a Andalucía miles de millones de pesetas en el sistema de financiación autonómica. Al tiempo que se niega a materializar la cláusula adicional segunda del Estatuto de Autonomía para la nivelación de servicios conocida popularmente como deuda histórica. Y ello, sumando al recorte de las inversiones y fondos de la Unión Europea que se viene produciendo desde que el señor Aznar alcanzó el Gobierno de nuestro país, pone de manifiesto que la actitud negativa de la derecha para con Andalucía sigue persistiendo. Por esto, este 28 de febrero todos los andaluces y andaluzas habremos de dotar a la fiesta de nuestra comunidad de un fuerte componente reivindicativo, y mantener vivo nuestro espíritu de lucha pacífica frente a la actitud de la derecha y ante el Gobierno central. Pienso que después de 19 años de autonomía ha supuesto importantes avances para Andalucía, pero sigue padeciendo grandes y graves problemas, el más importante de todos, el del paro, pues son muchas las personas que se ven condenadas a permanecer inactivas por falta de empleo. Junto a ello, la precariedad en el empleo, que provoca inestabilidad, inseguridad, e incertidumbre, son factores de fragmentación de nuestra sociedad, creando frustración personal y familiar a quienes lo padecen, pero también es un problema colectivo, pues puede comenzar a ser y convertirse en el principal riesgo para la convivencia democrática, en Andalucía, España y Europa. Por estas razones y otras muchas, el empleo y sus condiciones deben ser el eje de las iniciativas públicas y privadas, para dotar a nuestra sociedad de mayor cohesión social, de más solidaridad y de más democracia, haciendo de Andalucía un lugar agradable para trabajar, vivir, disfrutar y para invertir. Esto último debe ser el principal compromiso de la clase empresarial andaluza, para lo que debe romper de una vez por todas con aquella vocación rentista y especulativa que tuvo siempre a lo largo de nuestra historia. CC OO está estrechamente ligada a la autonomía andaluza. CC OO adquiere desde su primer congreso el compromiso de la autonomía, llamando a todos los trabajadores y trabajadoras, y al pueblo en general a votar sí en el referéndum del 28 de febrero de 1980, y a la movilización pacífica por el artículo 151 de nuestra Constitución. Desde entonces ese compromiso con Andalucía y su autonomía esta inmerso en el quehacer diario de CC OO, que materializamos en la defensa de los intereses de la clase trabajadora y la mejora de sus condiciones de trabajo y de vida, como forma de hacer que Andalucía progrese y salga del ostracismo y el atraso que esta región siempre padeció. Estando siempre en la vanguardia de la movilización ante los conflictos y desde el esfuerzo de elaboración de la propuesta, la alternativa, el consenso, la negociación y el acuerdo para dar solución a todo conflicto y dificultad que aparecen en el tejido productivo, en las empresas y en las relaciones laborales. En esta voluntad se enmarca nuestra disposición en los procesos de diálogo social y concertación, acuerdos que desde el 87 se vienen desarrollando en nuestra comunidad y que están contribuyendo de manera determinante a lo poco o mucho que Andalucía viene progresando. El compromiso de CC OO se llama Andalucía y clase trabajadora y por esto también este 28 de febrero estaremos con los mineros del alto Guadiato en la marcha negra, porque eso también es defender y comprometerse con Andalucía.

Julio Ruiz Ruiz, secretario general de Comisiones Obreras de Andalucía

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